Un grupo grande de 36 viajeros millonarios pertenecientes a tres clubes que reúne a una élite internacional amigos de la aventura y de explorar rutas desconocidas: Most Traveled People, fundado por el estadounidense Charles Veley, Nomad Mania (The Best Travelled) creada por el griego Harry Mitsidis y Travelers Century Club decidieron iniciar una insólita aventura para ellos en la selva colombina: la ruta Marquetalia por la paz. Esta era la décima expedición que harían desde que en octubre de 2008 conformaron la Conferencia Internacional de Viajeros Extremos y la excursión arrancó el 18 de enero pasado.
Timochenko junto a varios integrantes de la cúpula del Partido Farc como Sandra Ramírez, Rodrigo Granda y Victoria Sanguino los recibieron en el Hotel Landcaster House, donde pernoctaron para salir al otro día en camionetas rumbo al municipio de Planadas en el Tolima. El gobierno estaba corriente de la expedición y garantizó la seguridad con soldados del Batallón 18 del ejército acompañados por integrantes de la delegación de Naciones Unidas, que escoltaron a los viajeros por tierra desde Bogotá hasta la zona rural de Planadas donde se inició la travesía a pie. Ya allí, el emblemático comandante y fundador de las Farc desde los tiempos de Marquetalia, el Sargento Pascuas, fue el guía principal junto a Martín Cruz, conocido como Rubín Morro, y la holandesa Tanja Nijmeijer, quien facilitó la traducción. Esta sería la última actividad partidista de Tanja, antes de tomar distancia del Partido Farc.
Rubín Morro, quien desde los tiempos en armas ha sido cronista y poeta y quien además ha escrito tres libros: Diario de la guerra y la paz, De las trochas a la paz y El último fusil, se ha ocupado de introducirle otros ingredientes curiosos a la ruta como los restos de los helicópteros que envió el expresidente Guillermo León Valencia para bombardear a Manuel Marulanda y su pequeña tropa en los años 60, la casa donde vivió Marulanda y una galería fotográfica narrando la historia de la guerrilla.
Durmieron en carpas y por las noches hubo espacio para recorridos pero también para compartir historias de la guerra, narradas por excombatientes de las Farc y el protagonista mayor, el Sargento Pascuas, el guerrillero más antiguo, testigo de la fundación del pequeño grupo en Marquetalia al mando de Manuel Marulanda Vélez, con más de 50 años en la guerra y sin una sola herida en su cuerpo.
No es la primera vez que ex guerrilleros de las Farc buscan convertir en rutas turísticas, zonas vedadas por la guerra y que solo ellos conocen porque fue allí donde sobrevivieron a los bombardeos o donde libraron los más duros combates con las Fuerzas Militares. En el Cañón del Duda, uno de los más misteriosos parajes en el páramo de Sumapaz, campesinos y exguerrilleros vienen trabajando en una ruta de 116 kilómetros entre precipicios y cimas, en el que los guías son además los campesinos, y que podría costar $24 millones por ocho días de recorrido hasta el Meta.
También en el Caquetá otro grupo de 17 personas, entre excombatientes y campesinos, crearon CaguanExpedition, una iniciativa con la que han convertido los bellos ríos del sur, las autopistas de la guerra, en un paisaje para deportes extremos como rafting. Allí reciben cada año turistas, sobre todo extranjeros, que pagan desde $250.00 a $1'000.000 por desafiar la bravura del río Pato en un kayak y caminatas por la selva que rodea al poblado de Miravalle.
La Colombia vedada por la guerra, desconocida y sorprendente es un tesoro turístico que solo empieza a explotarse, un propósito para que el viaje de los 36 excéntricos millonarios puede resultar en una gran promoción, sobre todo porque a decir de Kolja Spori, unos de los fundadores de la Conferencia Internacional de Viajeros Extremos, en su relato en W Radio, resultó ser una verdadera experiencia para no olvidar.
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