En el año 2006 un simple rumor provocó todo un boom inmobiliario en Cartagena. Una fugaz visita de Ivanka Trump y Donald Trump Jr desató el interés de inversionistas en los alrededores del corralito de piedra. Se llegó a decir que construirían un complejo turístico en Barú, hoteles cinco estrellas en la ciudad. Hasta se vendían lotes con la promesa de estar “muy cerca del hotel de Trump”. Todo lo anterior quedó solamente en planes pues el actual presidente de Estados Unidos y su familia, si bien es cierto que contemplaron proyectos inmobiliarios en Colombia, nunca invirtieron un solo dólar en el país.
El interés real de Trump por Colombia nació después de Miss Universo 2003 en Panamá. Luego de celebrarse en concurso la presencia del magnate en el vecino país aumentó. Las firmas colombianas Espacios Urbanos y Arias, Serna Saravia, junto al inversionista panameño K Group, fueron los encargados de la construcción del Trump Ocean Club International Hotel &Tower. El proyecto surgió luego de que el colombiano Carlos Alberto Serna, de Espacios Urbanos, se lo propusiera a Ivanka Trump tras hablarle de las bondades de Panamá. Trump solo aportó su apellido a cambio de administrar el casino y el hotel.
Fue así como sin necesidad de invertir un solo dólar, los Trump lograron seducir a todo el gremio empresarial y político del itsmo. Tanto así que el mismo presidente Ricardo Martinelli le agradeció públicamente por su presencia en el país. Aunque en principio se mostraron reticentes a llevar su franquicia a Panamá, el éxito del proyecto fue tal que los Trump contemplaron la posibilidad de expandirse a más países de la región.
El entonces alcalde de Cartagena, Nicolás Curi, junto a su esposa, recibiendo a los hijos de Trump.
La visita de Ivanka Trump y su hermano Donald Jr a Cartagena en octubre de 2006 fue producto de aquel interés. El entonces alcalde, Nicolás Curi, coordinó todos los detalles. De entrada, los hijos del magnate le hicieron prometer que nadie sabría de su paso por La Heroíca mientras estuvieran allí. Llegaron con absoluto sigilo en un vuelo comercial como turistas. El mandatario les organizó un sobrevuelo en helicóptero por la ciudad y un recorrido en yate por las Islas del Rosario.
Curi los recibió en su despacho, les regaló sombreros vueltiaos, les mostró los planes de desarrollo a futuro y hasta les entregó las llaves de la ciudad para que se convirtieran en promotores de Cartagena en Estados Unidos. Ellos se mostraron maravillados con la belleza natural de la región y aseguraron que Cartagena estaba firme en los planes de expansión de la organización de su padre en América Latina. De igual forma se comprometieron a vincularse con programas sociales para combatir la pobreza. Nada de lo anterior sucedió.
Al año siguiente se volvieron a prender las alarmas frente al interés del hoy presidente de Estados Unidos en Cartagena. Según declaraciones del mismo Donald Trump a la prensa, estaba contemplando “seriamente” la posibilidad de hacer Miss Universo 2007 en Cartagena. Lo anterior, sumado al interés del entonces vicepresidente Francisco Santos, quien inició una campaña para que La Heroica fuera sede del reinado, hizo suponer que los rumores frente a las futuras inversiones eran ciertos. Al final el evento se celebró en México. Dos empresarios aztecas, con quienes Trump terminaría enfrentado tras millonarias deudas de aquella edición de Miss Universo, lo sedujeron por encima de Cartagena.
La última vez que los Trump barajaron la posibilidad de tener negocios en Colombia fue en 2011. En aquella ocasión Camilo Benedetti, hermano del senador Armando Benedetti, fue el enlace clave para lograr que Donald Trump Jr se reuniera con el entonces presidente Juan Manuel Santos en la Casa de Nariño. Donald Trump Jr estuvo en Bogotá junto al cuestionado empresario Jeremy Blackburn, que para entonces ya tenía líos financieros por las quiebras de varias empresas en Utah. Ambos recorrieron Bogotá. Conocieron el sector financiero de la Avenida Chile y visualizaron un lujoso club de golf al norte de la capital. Sin embargo, como dijo el mismo Armando Benedetti, quien estuvo presente en la reunión de la Casa de Nariño: “Trump hijo mostró gran interés en invertir aquí y tal, pero el papá nunca vino y finalmente nunca hicieron un carajo”.
La corona de Miss Universo que regresó a Colombia después de 58 años en enero de 2015 con la barranquillera Paulina Vega hizo pensar a algunos empresarios que quizá el interés de los Trump por Colombia no estaba del todo muerto. Sin embargo, la suposición duró muy poco pues la carrera presidencial que inició Donald Trump a los pocos meses lanzando indignantes comentarios contra inmigrantes mexicanos, apagó cualquier esperanza.
Según varios empresarios y conocedores de Trump, lo que sucedió en Colombia era una práctica común del magnate: dar la sensación de que va a invertir en todas partes cuando sus verdaderos intereses estaban en otro lado. En países como Brasil, México y República Dominicana sucedió lo mismo. A diferencia de lo sucedido en Cartagena, donde la inversión de Trump fue solamente una venta de humo, en República Dominicana la promesa incumplida le costó al gobierno más de 90 millones de dólares en un proyecto fallido.
