Pitalito (Huila) fue el escenario donde delegados de diversas organizaciones sociales de Nariño, Cauca, Huila, Putumayo, Caquetá, Meta continuaron la discusión que iniciaron hace largos años, durante los cuales han revisado la situación sociopolítica y económica por la que atraviesan los departamentos que hacen parte de la surcolombianidad.
Históricamente hablando, entre 2001 y 2003 fueron elegidos como gobernadores, Parmenio Cuéllar (Nariño), Floro Tunubalá (Cauca) y Guillermo Alfonso Jaramillo (Tolima), quienes se constituyeron en los gobernadores del sur, llamados por algunos como gobernadores alternativos, y construyeron el Plan Sur en respuesta al Plan Colombia, logrando el respaldo de la Unión Europea, para desarrollar un plan de sustitución de cultivos ilícitos en contravía de la política de fumigación con glifosato, que tanto daño ha causado a las comunidades intervenidas por este método. Fue un período de trabajo mancomunado de la región.
Desafortunadamente, por los avatares de la política electoral colombiana, el proceso se cercenó. Sin embargo, las organizaciones sociales que son fuertes a nivel de las etnias indígenas y afrodescendientes, han continuado su lucha por hacer respetar sus derechos y fundamentalmente el de la territorialidad.
A pesar de que en la Constitución del 91 se reconoce que Colombia es un país de regiones, los gobiernos que han estado al frente han hecho caso omiso y no han legislado en el sentido de hacer realidad en la práctica este derecho político. El centralismo sigue siendo la línea de administración del estado.
Las comunidades que habitan en estos territorios tienen similitud en sus riquezas hídricas, mineras, flora, fauna; como también una diversidad cultural no excluyente. Así mismo, las falencias en materia de desarrollo son graves falta de educación adecuada, como de salud, vivienda, vías de comunicación. Explotación minera contaminante y destructiva, sobre todo en lo que tiene que ver con las fuentes hídricas tan ricas en la gran región, pero agotadas y contaminadas sin piedad por las grandes empresas mineras multinacionales, la industria petrolera y los impulsores de la construcción de represas hidroeléctricas.
El Plan maestro del gobierno de aprovechamiento del agua del Río Magdalena, contempla la construcción de 9 represas en el Huila donde está en funcionamiento la de Betania y paralizada parcialmente la Del Quimbo, donde las comunidades han detenido su funcionamiento con lucha y mucho apoyo internacional.
Varios municipios han logrado a través de los concejos municipales aprobar acuerdos de prevención para la defensa del agua, como también la detención de la privatización de los acueductos veredales.
La problemática de los departamentos tiene unas características específicas en cada uno de ellos, que han obligado a las comunidades a organizarse para defenderse de la arremetida gubernamental y las presiones del capital financiero y las trasnacionales que sin mediar intereses comunes de la población, expolian y destruyen los recursos naturales.
ASOQUIMBO en el Huila es un ejemplo de resistencia y valor ciudadano que ha ganado el apoyo de la Comunidad Europea en su lucha contra la represa, donde paralelamente se ha conformado las Mesas de Participación donde se discuten temas relacionados con la situación minero energética y además se viene trabajando la Agenda de Articulación, en varios municipios del departamento opita se ha lo grado a través de los concejos municipales, aprobar acuerdos de defensa de los recursos naturales en particular del agua, y la lucha por la no privatización de los acueductos veredales.
En Nariño y en el Putumayo, los consejos comunitarios y campesinos vienen jugando un papel preponderante en defensa de los territorios, es de destacar la construcción de los territorios agroalimentarios en cinco municipios de Nariño, donde entre el 15 y 17 de julio realizarán el Primer Congreso Regional Campesino.
En el Caquetá, departamento de amplio sentimiento uribista la Universidad de la Amazonia viene jugando un interesante trabajo de sensibilización social sobre todo contra la penetración de las multinacionales en el negocio de la leche.
Los caucanos con las etnias indígenas y el CRIC a la cabeza y los afrodescendientes luchan por recuperar sus tierras ancestrales arrebatadas por los grandes terratenientes.
Los valientes llaneros del Meta, no cesan de organizarse por desterrar a las grandes multinacionales del petróleo que han devastado de manera despiada las fuentes de agua.
Después de largas horas de análisis, los asistentes acordaron un plan de trabajo inmediato que contempla la realización de un Gran Encuentro para el 7 y 8 de agosto, que prepare las condiciones de una gran movilización política para octubre que tiene como objetivo fundamental, la exigencia al gobierno nacional de la implantación de los Acuerdos de La Habana y de respaldo a la continuación de los diálogos con el ELN. La Movilización tendrá cobertura Nacional para lo cual se dialogará con todas las organizaciones sindicales, sociales, tanto de carácter nacional como regional, a través del Comando Nacional Unitario de Paro.
Para el mediano plazo se elaboró una ruta para continuar profundizando en la construcción formal de la Región de la Surcolombianidad. También se decidió explorar la ruta que las organizaciones sociales pertenecientes a la región podrían caminar en materia de política electoral.