Desde las negociaciones en La Habana, los cabecillas de las marxistas leninistas Farc, se referían a la autogestión, esto con ocasión de los territorios que les va a entregar el gobierno (mediante expropiación principalmente) a la cooperativa de reciente creación fariana llamada Ecomun, pero para que esa guerrilla impulse alguna forma de autogestión, lo primero que debe hacer es renegar del comunismo totalitario creado por el señor Karl Marx, ya que la autogestión es cosecha de los libertarios, quienes le propinaron a Marx una vergonzosa derrota en la primera internacional de los trabajadores en el siglo XlX.
Pero no solo los libertarios tienen como instrumento humanista la autogestión para el bienestar de las masas, sino que también la democracia liberal ha sido en varias oportunidades consecuente con ello, teniendo el mayor ejemplo en Israel con los Kibutzi, en donde los sindicatos exaltando las libertades individuales (cosa que no hace el comunismo totalitario) a través del trabajo solidario, y con una democracia participativa, laboran y distribuyen de acuerdo a las necesidades, pero es bien sabido que a las élites del engendro marxista poco les interesa el bienestar o la opinión de los ciudadanos, pues su objetivo es conquistar el poder para crear dictaduras eternas, en donde se llega al colmo de establecer monarquías coma la de los Kim en Norcorea y los Castro en Cuba.
La autogestión libre y creativa es inversamente proporcional a la estafa comunista del marxismo que siguen las Farc, porque esa atrocidad desde sus inicios a mediados del siglo XlX, buscó con el Estado encadenar a los trabajadores mediante la dictadura, para constituir una oligarquía (nomenclatura) que convirtiera al Estado en una maquina represiva, por ello Pierre Joseph Proudhom y Mijail Bakunin a nombre de los libertarios desenmascararon a Marx delante de los obreros, por sus sofismas estatistas, burocráticos y embrutecedores.
El dictador marxista leninista, Josip Broz Tito, quiso de manera demagógica, introducir la autogestión en la antigua Yugoslavia en 1950, pero fracasó, ya que eso es como el diablo haciendo las hostias, al ser imposible en una tiranía comunista llevar a cabo un proyecto libertario; porque como condición necesaria debe existir la independencia sindical frente al Estado, pero también Yugoslavia no era una república unitaria sino un laboratorio marxista, y de ahí su desintegración en la década de los noventa del siglo pasado, quedando claro que al comunismo totalitario lo único que le interesa es tomarse la burocracia estatal usando artilugios para descrestar ingenuos.
En la historia de la humanidad han existido expresiones autenticas de autogestión, como ocurrió hace 2000 años con el cristianismo primitivo, en donde sus miembros tenían todas las cosas en común, y no había entre ellos ninguna necesidad. Esto lo hacían superando las barreras del Estado, contrario a los regímenes marxistas que ponen como principio y fin de todas las cosas perpetuarse en el poder político. Además, han existido otras aplicaciones de autogestión, aparte de las ya mencionadas; en la Comuna de París de 1871 que fue una amalgama entre las ideas libertarias y el liberalismo clásico; otras manifestaciones de autogestión, fueron los consejos de obreros en Hungría en 1956 y la primavera de Praga en 1968, aplastadas las dos últimas por el imperio comunista Soviético.
Los territorios en donde se van a enseñorear algunos jefes de las Farc como caballeros feudales con las Economías Sociales del Común o Ecomun, nada tiene que ver con la autogestión, porque de manera patética van a ser dictaduras regionales en donde se busca implementar el sistema neocomunista del socialismo del siglo XXl, el cual se está derrumbando en Latinoamérica igual que lo sucedido hace 26 años en Europa oriental en donde se defenestro al comunismo totalitario; por eso el Estado y la sociedad colombiana, jamás deben de permitir el surgimiento de republiquitas, que buscan minar la unidad nacional, como estrategia para llevar al país a una esclavitud política.