Cuando me enteré de la noticia creí que iba a servir para que, aprovechando la crisis, la cuarentena, la desesperación de estos días, harían que la guerra dialéctica que se ha establecido entre izquierda y derecha se calmara por unos días. Pero no. El primero que reaccionó fue el propio Uribe, quien aprovechó un trino no sólo para desearle lo mejor sino para reprocharle por qué no confió en los médicos colombianos
Lo mismo sucedió con la periodista Angela Patricia Janiot quien en más de una ocasión ha expresado las reticencias que le genera Gustavo Petro y aca con este mensaje termina una vez reprochándole por qué no confió en los médicos colombianos.
Si, es que veinticuatro horas después de que anunciara en su cuenta de Facebook su estado de salud, ya parece establecido que los uribistas y otros rivales que tiene Petro no van a desaprovechar la oportunidad y atacarán con todo. Es que, sin permiso para regresar, se le haría realmente dificil al senador poder justificar su falta si llaman a sesiones presenciales en el Senado, algo que de seguro sus enemigos van a forzar. Además, en redes existe una reticencia a creer que de verdad el senador está enfermo, que todo se trata de justificar su salida del país en medio de la crisis.
Poca humanidad pensar en estos momentos en los réditos políticos, absurdo que se trata de manipular de esa manera. Petro, con su calma proverbial, no se altera ante los ataques y guarda calma. Lo primero es que este 13 de abril las biopsias sean esperanzadoras. Independientemente del credo político negar la importancia de Petro como senador es una falacia. Perderíamos todos los colombianos. Por ahora el ataque será despiadado y gradual, para que no vayan a descubrir su catolicismo podrido. Van a jugarse a las mentiras, a la guerra donde se sienten más cómodos. Pero los petristas sabrán dar pelea también en redes
