La alcaldesa Claudia López presenta este viernes el proyecto de Plan de Ordenamiento Territorial, uno de los planes bandera de su administración. La norma que busca regular la expansión en los extremos norte, sur y densificar grandes áreas del centro de la ciudad tiene un interés extremo. Para esto, ha contado con una académica de su círculo más cercano: la secretaria de Planeación y esposa de uno de sus principales asesores, María Mercedes “Yiya” Jaramillo.
Esta bogotana de familia caleña viene con una larga trayectoria que inició con sus estudios de arquitectura en la Universidad de los Andes. Apenas graduada entró a TransMilenio, donde colaboró en labores de diseño de las primeras etapas del sistema. También colaboró con la constructora Mazuera. Un año después viajó a París para hacer una maestría en urbanismo, ordenamiento y desarrollo local.
A partir de ahí se había convertido en uno de los “cerebros fugados”, acumulando más de 10 años de experiencia en empresas privadas de Francia. Regresó en 2015 a Colombia con un cargo de altísimo calibre: fue la gerente de desarrollo urbano de la fundación Probogotá. También conoció a quien se convertiría en su cónyuge, otro arquitecto y urbanista llamado Felipe Morales.
La llegada de Felipe Morales a la campaña de Claudia López como gerente de campaña le dio un fuerte impulso a la carrera de su esposa. Jaramillo fue una de las opcionadas para llegar a la Secretaría de Planeación, pero primero estuvo Adriana Córdoba, la esposa del senador Antanas Mockus; María Mercedes llegó a la Empresa de Renovación Urbana (ERU).
Durante un año estuvo dirigiendo planes parciales como el de San Bernardo, en el centro de Bogotá, hasta que Córdoba renunció argumentando motivos personales, relacionados con los tratamientos de Mockus para atender su mal de Parkinson. La base del POT fue elaborada en este período, pero la pandemia retrasó su proceso de socialización.
Esto motivó que Jaramillo entrara a Planeación. El papel de Morales, quien ha tenido varios contratos de asesoría con la Alcaldía y la Secretaría General, fue fundamental para llegar al cargo. Desde allí, recogió la producción de Córdoba y se dio a la tarea de empezar a difundir una norma muy polémica por sus planes de expansión de Bogotá.
El POT llegó con críticas de la oposición de izquierda, que rechazó las decisiones de intervenir la reserva Van der Hammen. También criticaron una falta de divulgación a las comunidades de barrios afectados por la norma. A pesar de esto, Jaramillo se ha tomado la labor de defender la norma, que llegará al Concejo y buscará permitir que millones de bogotanos puedan contar con una vivienda.
Bogotá lleva una década peleando por tener un POT actualizado. El que actualmente rige a la ciudad es de 2004 y varios alcaldes han tramitado la ley en el Concejo o a las patadas o se las han tumbado.
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