En trece años de carrera política, Mauricio Gómez Amín logró ganarse además de un lugar en el Partido Liberal, la confianza del director, el expresidente César Gaviria que se la jugó por encima de muchas aspiraciones y presiones para que encabezara la lista al senado. La decisión fue difícil de digerir y tradicionales caciques como Horacio Serpa optaron, ofendidos, por hacerse a un lado, y cederle el puesto a su hijo Horacio José.
Al otro peso pesado que le incomodó la decisión y que se convirtió en un ingrediente más para plantear su retiro del Partido fue a Juan Manuel Galán, una vez se concretó la fecha para la consulta interna del Partido, distinta al 11 de marzo, Galán no dudó en afirmar: “nunca le hubiera dado las banderas del partido a César Gaviria”, con tanto rencor que olvidó por un momento que había sido él quien le había entregado las banderas de su padre Luis Carlos Galán, finalmente el espaldarazo para llegar a la Casa de Nariño.
Con apenas 35 años, Gómez Amín ya ha sido edil de Barranquilla, ha estado en el Concejo de la ciudad y actualmente es representante a la Cámara por el Atlántico. Aunque es muy cercano al alcalde Alejandro Char, con quien entabló una amistad en sus años en el Concejo de la ciudad, su mayor lealtad política la tiene con Simón Gaviria, el hijo del expresidente quien después de su paso por la dirección de Planeación Nacional viajó a estudiar a Boston donde actualmente se encuentra. Simón Gaviria, como el director del Partido Liberal, le dio el aval para aspirar a la Cámara y lo apoyó en la campaña que le dio su triunfo en un escenario muy peleado en su natal Barranquilla.
Aunque el poder electoral de Gómez no es el más fuerte de la bancada liberal, Gaviria le reconoció haber superado al cacique costeño Álvaro Ashton en su propia casa. Mientras que Ashton sacó 28.598 votos en el Atlántico en las elecciones de 2014, Gómez Amín obtuvo 29.543, con los que se hizo una curul en la Cámara de Representantes. Incluso, le ganó a la fórmula de Ashton y a su propia fórmula al senado, Victoria Vargas Vives, quien se quemó con poco más de 18.000 votos. Desde diciembre del año pasado, Ashton fue capturado y hoy se encuentra detenido en la Picota mientras es investigado por su posible relación en el Cartel de la toga.
Ahora, Mauricio Gómez Amín deberá mantener la votación que obtuvo hace cuatro años y su estrategia es salir del Atlántico, de punta a punta. Amaneció en Arauca y también en Leticia y selló en el Amazonas un compromiso con el medio ambiente. Y se está moviendo. La semana pasada estuvo en Boyacá y también en Magangué. Con Ashton en la cárcel, intentará ganarle bases liberales y puede tener eco por su combate por unos servicios públicos decentes; por eso lideró el control contra Electricaribe.
Con su nueva fórmula para la Cámara de Representantes, Alejandro Munrraiz, quien hasta 2014 estuvo inhabilitado por la Procuraduría por no girar los aportes parafiscales al ICBF cuando era presidente del Concejo de Barranquilla en 2003, Goméz cuenta con la fuerza de Munrraiz en Barranquilla donde fue concejal 26 años y todavía mantiene su maquinaria que heredó su esposa Lourdes López, diputada del Atlántico.
El liberalismo le apostó a la “nueva generación de la bancada”, y con el hijo de Horacio Serpa como heredero del capital electoral del santandereano, quiere jalonar los suficientes votos para superar los casi 1.8 millones que sacó en las elecciones de hace cuatro años. Gómez tiene un desafío con los votos de la Costa Caribe que pesan mucho en cualquier elección y más con la tradición del Partido Liberal que ha definido más de una elección presidencial.