"Ustedes se imaginarán lo que es dejar tu vida; una vida que habías planeado en un país y tener 48 horas para abandonarlo (…) Quiero reconocer a todas ellas y ellos que defendieron, arriesgando su propia integridad física, nuestra embajada en Quito", mencionó Bárcena en una rueda de prensa durante la recepción de los diplomáticos.
Fueron 18 personas, entre personal diplomático mexicano y sus familias, que abordaron un vuelo comercial desde Quito hacia Ciudad de México, solo dos días después de la irrupción de fuerzas ecuatorianas en la Embajada mexicana.
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Los retornados fueron acompañados por personal enviado desde las Embajadas de países aliados como Alemania, Panamá, Cuba y Honduras, que tenían el objetivo de asegurar el bienestar de los mexicanos durante su salida de territorio ecuatoriano.
Además de la recepción de sus colegas, la Canciller mexicana remarcó lo insólito de la situación, experimentada dentro de la representación diplomática en Ecuador, afirmando que "ni el dictador (Augusto) Pinochet se atrevió nunca a violar la Embajada de México".
Bárcena también confirmó que el Gobierno mexicano acudirá a la Corte Internacional de Justicia el próximo 8 de abril, con la encomienda de formalizar la denuncia a Ecuador, a quien acusa de violentar el Derecho Internacional al violar la soberanía de una representación diplomática, uno de los "derechos sagrados" de los miembros de la comunidad internacional.
“A partir de mañana estaremos acudiendo a la Corte Internacional de Justicia, donde estaremos presentando este triste caso y por supuesto iremos a todos los foros multilaterales regionales e internacionales que corresponden para que realmente esto, primero que nada, se condene por toda la comunidad internacional", agregó Bárcena.
De América Latina a Europa, la comunidad internacional pide explicaciones a Ecuador
La inaudita irrupción ecuatoriana a la Embajada mexicana en su país ocurrió el pasado 5 de abril, cuando miembros de la Policía entraron a la fuerza dentro de las inmediaciones de la representación mexicana, con el objetivo de arrestar a Jorge Glas, vicepresidente durante el periodo presidencial de Rafael Correa, que se encontraba en calidad de asilado político dentro de la Embajada.
El Gobierno de Daniel Noboa justificó las acciones de sus fuerzas armadas afirmando que México estaba haciendo uso indebido de la herramienta de asilo político, ya que Glass enfrenta cargos de corrupción dentro del esquema de Justicia ecuatoriano. Sin embargo, son muchos los países que han cerrado filas en torno a México.
A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Exteriores español calificó la irrupción de las fuerzas ecuatorianas como "una violación de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961". Además, Madrid hizo un llamado a ambas partes a "respetar el Derecho Internacional" y resolver sus diferencias de manera pacífica.
A mayor escala en Europa, el máximo representante de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, hizo explícita su condena hacia la "violación de las instalaciones de la Embajada de México en Quito" a través de un mensaje en sus redes sociales. De igual manera, Borrell apeló respecto a los lineamientos jurídicos internacionales para solucionar el conflicto diplomático.
De América Latina a Europa, la comunidad internacional pide explicaciones a Ecuador
La inaudita irrupción ecuatoriana a la Embajada mexicana en su país ocurrió el pasado 5 de abril, cuando miembros de la Policía entraron a la fuerza dentro de las inmediaciones de la representación mexicana, con el objetivo de arrestar a Jorge Glas, vicepresidente durante el periodo presidencial de Rafael Correa, que se encontraba en calidad de asilado político dentro de la Embajada.
El Gobierno de Daniel Noboa justificó las acciones de sus fuerzas armadas afirmando que México estaba haciendo uso indebido de la herramienta de asilo político, ya que Glass enfrenta cargos de corrupción dentro del esquema de Justicia ecuatoriano. Sin embargo, son muchos los países que han cerrado filas en torno a México.
A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Exteriores español calificó la irrupción de las fuerzas ecuatorianas como "una violación de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961". Además, Madrid hizo un llamado a ambas partes a "respetar el Derecho Internacional" y resolver sus diferencias de manera pacífica.
A mayor escala en Europa, el máximo representante de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, hizo explícita su condena hacia la "violación de las instalaciones de la Embajada de México en Quito" a través de un mensaje en sus redes sociales. De igual manera, Borrell apeló respecto a los lineamientos jurídicos internacionales para solucionar el conflicto diplomático.
Glas tenía sobre sí una orden de aprensión por un controversial caso de corrupción, referente al proyecto de reconstrucción en Manabí, provincia altamente dañada por el terremoto de 2016.
Además, el ex alto funcionario correísta debía volver a custodia de la Policía para cumplir con una sentencia de ocho años de cárcel, después de acumular dos dictámenes más por los cuales no había cumplido tiempo en prisión. Glas ya estuvo tras las rejas cinco años.