"Esto no es un bluf", dijo el presidente ruso Vladimir Putin con semblante serio, acusando a los países occidentales de querer "destruir" Rusia y de haber recurrido al "chantaje nuclear" contra su país, dando a entender que sus fuerzas estarían dispuestas a utilizar el arma nuclear.
Frente a las contraofensivas relámpago de las fuerzas ucranianas, que hicieron retroceder al ejército ruso, Putin optó por una escalada en el conflicto, con una medida que abre la vía a enviar más militares rusos a Ucrania.
Después de que, el martes, se anunciara la organización de "referendos" de anexión en cuatro regiones del este y del sur de Ucrania a partir del viernes, los anuncios del presidente ruso marcan un giro en el conflicto, que empezó el 24 de febrero.
"Considero necesario apoyar la propuesta (del ministerio de Defensa) de movilización parcial de los ciudadanos en la reserva, aquellos que ya han servido (...) y que tienen una experiencia pertinente", declaró Putin en un discurso en la televisión previamente grabado y difundido este miércoles.