Durante décadas, valiosas pequeñas porciones de las empresas del Grupo Empresarial Antioqueño como Nutresa, conglomerado de alimentos, han estado en manos de la Fundación Fraternidad de Medellín, liderada por Rafael Mejía Correa, y la familia Díez, heredera de Codiscos, entre otros poderosos dueños minoritarios de la multilatina en donde Jaime Gilinski y sus socios los jeques árabes quieren ser amos absolutos.
No es terquedad ni capricho de los dueños minoritarios resistirse ante los propósitos del banquero y por eso, tras la firma del acuerdo suscrito el año pasado entre los Gilinski, Sura, Nutresa y Argos para acabar con el intento de toma hostil, el GEA lanzó una Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA) y estas dos familias tomaron la amarga decisión de vender sus acciones y firmaron un preacuerdo con BTG Pactual, Davivienda Corredores y Valores Bancolombia.
El origen de esta gran movida económica que despierta la nostalgia entre los históricos inversionistas y marca prácticamente el fin del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), como se conoce hasta ahora al enroque de empresas antioqueñas en los sectores de servicios, alimentos y cemento, se remonta a comienzos del siglo XIX cuando era costumbre en la sociedad antioqueña regalarles acciones de las empresas paisas a los recién nacidos.
La Fundación Fraternidad, la familia Mejía y la tradición de invertir en acciones
En ese entorno industrial pujante, pero cerrado, ambiente parroquial, pobreza y desigualdad extendida con el siglo, 53 jóvenes, entre ellos Eduardo Uribe Botero, Darío Londoño Villa, Guillermo Londoño Mejía, Ricardo Ángel Villa, Darío Navarro Ospina y Santiago Mejía Olarte, crearon en 1957 la Fundación Fraternidad Medellín.
El comienzo fue sencillo, cada uno puso plata de su propio bolsillo para la Fundación que solo quería ayudar a quienes ayudaban socialmente, querían ser benefactores de los benefactores con recursos derivados de la inversión inicial y por eso, poco a poco iban comprando acciones de las nacientes industrias.
Con los dividendos conseguidos por todas sus inversiones, la Fundación Fraternidad empezó apoyando soluciones de vivienda y ahora, ofrece becas para estudio a jóvenes en diferentes regiones para mejorar la calidad de la educación antioqueña, apoya a instituciones que prestan servicios a la tercera edad, ejecutan proyectos de innovación y tecnología, desarrollo, cultura y arte, entre otros.
Con el paso de los años, la Fundación Fraternidad como uno de los poderosos accionistas minoritarios de varias firmas antioqueñas, principalmente Suramericana de Seguros en ese entonces, participó en el proceso de enroque de compañías emblemáticas de las que quisieron apoderarse y controlar en diferentes momentos, empresarios como Carlos Ardila Lülle, Jaime Michelsen Uribe y la más reciente arremetida se dio con los Gilinski a la cabeza.
Con una filosofía de ahorro y reinversión de excedentes financieros, la Fundación Fraternidad fue creciendo con bajo perfil hasta el punto de que Santiago Mejía Olarte en la década de los noventa era el mayor accionista minoritario en algunas de las empresas más importantes del GEA como Sura, Argos o Nutresa. En Sura llegó a hacer parte de la Junta Directiva en algunos períodos. Ahora y según el preacuerdo suscrito con Valores Bancolombia, la Fundación venderá un máximo de 4.518.270 acciones que representan el 0.9870 % de Nutresa.
El hijo de Santiago Mejía Olarte (q. e. p. d.), Manuel Santiago Mejía, siguió los pasos de gran promotor empresarial. Bajo su liderazgo se ha consolidado Colombiana de Comercio S. A., más conocida como la controlante del Grupo Corbeta, fundada en 1938 a partir de una agencia distribuidora de telas de Fabricato y que ahora agrupa a Ktronix, Alkosto y Motos AKT.
En esta ocasión, tras el Acuerdo de Madrid y después de resistir la embestida de Gilinski, Colombiana de Comercio S. A. firmó el preacuerdo para vender 500 mil acciones que representan 0,1092 % de las acciones de Nutresa en circulación en lo que constituye una amarga decisión tomada con la misma discreción y austeridad que ha caracterizado siempre a la familia Mejía.
Los Díez, herederos de Codiscos, otra de las poderosas familias que vende sus acciones de Nutresa
A nombre de Alfredo José Díez Ramírez, uno de los herederos de Codiscos, aparecen 477.100 acciones que representan el 0,1042 % de los títulos de Nutresa en circulación que tendrían los Díez, pues en el pleito familiar por la herencia que se remonta a 2016 y del que no se conoce en qué terminó, también figuraban acciones de Bancolombia en disputa.
La Compañía Colombiana de Discos (Codiscos) fue fundada en julio de 1950 por Alfredo Díez Montoya, padre de Alfredo José, Alejandro y Ana María Díez Ramírez. En 2018, estos dos últimos denunciaron a su hermano ante la Fiscalía Especializada en Extinción de Dominio en Bogotá y pidieron la enajenación temprana de las acciones de las sociedades Codiscos, Pilas Tronex y Bancolombia.
En ese momento, no se mencionó nada de una participación accionaria en Nutresa, pero el hijo mayor, Alfredo José, aparece en el listado de los firmantes del preacuerdo de venta de las acciones divulgado por Valores Bancolombia.
Los Palacio resisten y todavía no aparecen entre los firmantes del preacuerdo de venta de acciones
Hasta el momento, la empresa Microplast Coldeplast, fundada por Antonio J. Palacio hace 67 años y que hace parte de Microinversiones S. A. S., no aparece en los listados de firmantes del preacuerdo de venta de acciones publicados por las firmas Valores Bancolombia, Davivienda Corredores o BTG Pactual.
Los Palacio formaron su capital fabricando empaques flexibles en Microplast Coldeplast para las empresas del conglomerado de alimentos y Microinversiones S. A. en junio de 2022 figura como dueña de 10.871.984 acciones que representaban el 2,37 % de las acciones de Nutresa en circulación. En enero de 2024, registró una participación de 7,33 %, participación en la multilatina articulada con otras ocho sociedades.
En esa forma, Microinversiones S. A. S ha llegado a ser el quinto grupo con mayor participación accionaria y logró el derecho a un puesto en la Junta Directiva. Ese asiento lo ocupa Jaime Alberto Palacio desde 2005, quien ha sido también testigo de varios cambios en la Junta por solicitud de Gilinski que incluyó hasta una disminución en el número de miembros de 7 a 5 y que sacó a los minoritarios.
Jaime Alberto Palacio representa en Nutresa los intereses de sus 25 primos y ocho empresas vinculadas además de Microinversiones y Libreville. Microinversiones S. A. S fue fundada en agosto de 1998. A mayo de 2023, registró un patrimonio de 541 millones, está dedicada a actividades de administración empresarial y es considerada una empresa mediana que sigue resistiendo hasta el último momento, pues el próximo 6 de marzo, se conocerá su decisión final cuando se formalice la OPA lanzada por Argos y Sura, dos pilares del GEA, enroque emblemático del empresariado antioqueño que llegará a su fin como se le ha conocido desde el siglo pasado y Jaime Gilinski y sus socios árabes tendrán el control absoluto de Nutresa.
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