La denuncia, en las últimas horas, de un grupo de turistas mejicanos que se vieron obligados a pagar una cifra escandalosa por servicios en las playas de Cartagena avivó la polémica por esta práctica ilegal.
La “Factura” con cuentas que indignan por todo tipo de servicios que se convierten en verdaderas estafas a turistas son una prueba del fenómeno cada vez más recurrente .
La zona de playa de Marbella es un buen ejemplo de cómo se combate este fenómeno gracias a la alianza entre la empresa SuperGIROS y los cuidaplayas, agremiados en la Asociación de Carperos de Marbella ASOCARMAR.
Después de la cuarentena que vivió el país producto de la pandemia, el Ministerio de Salud ordenó el desmonte de las carpas de las playas de la ciudad para evitar la propagación del virus.
Cuando volvieron los turistas, una vez se levantaron las restricciones sanitarias, las asociaciones de carperos vieron como desaparecía su actividad ante las restricciones que imponía la bioseguridad .
En ese momento la asociación de Carperos de Marbella ASOCARMAR Y la empresa de servicios postales SuperGIROS sellaron una alianza para que esta compañía aportara cerca de 500 parasoles, 200 uniformes y capacitación a los miembros de esa asociación y a cambio estos se hicieran cargo de administrar, cuidar y limpiar las playas y de paso velar por la seguridad de los turistas .
La alianza según Pedro Julio tesorero de esa asociación está dando resultados. Ya se han presentado denuncias ante la policía contra vendedores ambulantes que han intentado timar a algunos turistas y que no han tenido éxito gracias a la oportuna intervención de los miembros de la alianza.
Los turistas que visitarán estas playas manifiestan su satisfacción por lo que encuentran allí. Según ellos la sensación de seguridad es evidente, la limpieza del lugar es sinónimo de bienestar y la tranquilidad reina en esta zona que se ha convertido en ejemplo de calidad para los visitantes .
Incluso los miembros de la alianza tienen capacitación como primeros acudientes ante cualquier emergencia, controlan el excesivo consumo de licor de algunos visitantes y advierten a las autoridades por cualquier hecho anómalo .
Los miembros de la asociación manifiestan que este tipo de alianzas no solo los beneficia a ellos sino a la propia ciudad “los visitantes se van muy satisfechos y nos traen más turistas, muchos de ellos nos buscan porque les han hablado bien de nuestros servicios” dice Wilson Reyes fiscal de ASOCARMAR.
El éxito de esta alianza empezó a generar resultados, varias empresas privadas emulan el modelo de SuperGIROS y están aportando carpas e infraestructura a cambio de visibilidad de sus marcas a otras asociaciones lo que ordena de manera automática un espacio que parecía fuera de control, situación que ahuyentó a muchos visitantes en el pasado
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La alianza promete seguir expandiéndose a través de los casi 10 kilómetros de playa que tiene Bocagrande, Marbella y La Boquilla para hacer de las playas de Cartagena un sitio donde reine la tranquilidad y dónde estar no se convierta, saegún muchos bañistas, en un suplicio .