De cara a las elecciones presidenciales, el agro fue un asunto omitido y quizás de aquellos que generan mayor expectativa no solo para la población rural colombiana.
Aunque no fue formulada alguna pregunta al respecto, los candidatos mencionaron el tema en un par de ocasiones a medida que se referían a asuntos como seguridad, paz, empleo y economía. Ambos coinciden en aumentar el pie de fuerza en el campo y en llevarla a lugares donde aún no tiene presencia el Estado; Zuluaga se refirió a la paz como una posibilidad de recuperar el sector agropecuario y Santos agregó que de lograrla, esto generaría confianza inversionista.
Cuando Santos dijo que la inversión en su mandato ha sido alta y que ningún otro ha entregado subsidios al sector campesino, Zuluaga lo cuestionó afirmando que los paros agrarios demostraron lo contrario.
“El empleo se ha destruido en el sector agropecuario e industrial, las solas protestas de los trabajadores y los paros campesinos son una comprobación de ello. Cuando usted le negó el paro al país no había dimensionado la dificultad que estaba enfrentando este sector”, señaló el candidato del Centro Democrático y enseguida Santos, formula de la Unidad Nacional respondió: “doctor Zuluaga, durante sus tres años de ministerio el sector agropecuario tuvo crecimiento negativo, pero ahora éste va por encima del promedio de la economía, 5.2% versus 4.3%”. Zuluaga cerró diciendo que “las realidades son otras. El paro del año pasado dejó claro que aquí no hay política agropecuaria ni dialogo social con los productores”.
Asimismo, Zuluaga aseguró que no firmará más tratados de libre comercio pero que estudiará ajustes a los ya firmados, y que buscará que la economía del país crezca a un 6% con empleos para el agro y la industria, mientras que Santos prometió un crecimiento del 2% y 2 millones y medio de empleos en todo el territorio nacional.
Ante la opinión pública, los candidatos que esperan asumir las riendas de Colombia durante los próximos cuatro años, aún no muestran su planteamiento concreto y profundo para afrontar la crítica situación que viven millones de campesinos.
