La semana pasada ocurrieron en el mundo dos acontecimientos que prueban una vez más cuán equivocada esta la agenda política y mediática de este país. El primero la presentación en Nairobi del informe de las Naciones Unidas Perspectivas del medio ambiente mundial, elaborado por un equipo internacional de científicos de los cinco continentes, que nos advierte del rumbo de catástrofe medioambiental en el que estamos metidos por culpa sobre todo de las emisiones y los residuos contaminantes como por la explotación despiadada de los recursos naturales. Y en definitiva por un modelo de desarrollo económico que exige transformaciones radicales.
El segundo acontecimiento es la realización por primera vez del “Viernes por el futuro”, el conjunto de huelgas y movilizaciones estudiantiles que en distintos países de Europa exigen acciones inmediatas para poner coto a la destrucción acelerada del medio ambiente. Greta Thumberg, la líder estudiantil sueca que promueve esta iniciativa, hizo en el Parlamento de la Unión Europea una apasionada denuncia de la inactividad de la clase política ante un problema tan acuciante y de tan mortíferas consecuencias. Para ella y para la impetuosa juventud que representa tanto los Objetivos del Milenio acordados por la ONU como el Acuerdo de Paris en defensa del Medio ambiente no han sido asumidos realmente por la dirigencia económica y política del mundo.
Alexandria Ocasio-Cortez, representante a la Cámara por NY
está proponiendo con mucho entusiasmo y mucha audiencia
un New Deal Green
Y desgraciadamente tampoco por esas agendas nuestras centradas en la corrupción, la lucha contra el narcotráfico, la sedicente seguridad nacional y, cómo no, en la machacona denuncia de la supuesta o real dictadura del presidente de Venezuela. Y en las que se presta escasa o nula atención a la contaminación en las ciudades por el uso intensivo del vehículo particular, la deforestación irresponsable de nuestros bosques y selvas, la invasión de los páramos por la minería a cielo abierto, la sobreexplotación de los acuíferos etcétera. El gobierno de Iván Duque no solo consiente estos atropellos sino que los agrava con la decisión de autorizar el fracking y con la de usar de nuevo el glifosato en la fumigación de los cultivos de coca. Ese defoliador, ese contaminador, cuy0 uso se reanuda precisamente ahora, cuando en el informe de las Naciones Unidas antes citado llama la atención sobre los efectos negativos en los ecosistemas y en la salud humana de los insecticidas. Tendríamos que tener un gobierno que no estuviera encabezado por alguien con alma y maneras de modesto empleado público para no solo ponerle fin a la guerra delirante contra las drogas sino de liderar en Colombia un proyecto de país verdaderamente innovador. Como lo es efectivamente el New Deal Green que - inspirado en el New Deal propuesto por el presidente Franklin Delano Roosevelt en los años 30 del siglo pasado para superar la Gran Depresión de 1929 y conjurar la revolución social - está proponiendo con tanto entusiasmo como audiencia Alexandria Ocasio-Cortez, la joven y muy aplomada representante a la Cámara de representantes por el estado de Nueva York. Ella y Greta Themberg son hoy por hoy las cabezas visibles de una generación que ha decidido romper con el pasado y el presente de destrucción del futuro del planeta que tantos de nosotros representamos.
