Sobre la adopción para las parejas del mismo sexo

Sobre la adopción para las parejas del mismo sexo

"Solo quiero decir que la familia tradicional, lastimosamente para algunos, dejó de existir hace mucho tiempo. Hoy en día, los núcleos familiares son diversos y muy variados"

Por: Martin Zamudio Espinel
abril 27, 2017
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Sobre la adopción para las parejas del mismo sexo
Foto: The Huffington Post

Como bien lo explica Daniel Samper en uno de sus últimos vídeos, la senadora Viviane Morales no ha comprendido del todo bien el significado de la democracia. Más allá de ser simplemente la dictadura de las mayorías, esta forma de gobierno y valor moral social implica el reconocimiento de las minorías y la conciliación entre ambas partes. Recordemos las corridas de toros y el fallo de la corte el cual, principalmente, defendía los derechos laborales de los novilleros ante una medida defendida por la mayoría de los bogotanos.

En Colombia, muchas veces, la democracia se ve así, no solamente por las élites políticas sino también por el colombiano de a pie. Los problemas estructurales que sufre hoy en día nuestra sociedad y ha sufrido desde su inicio, allá en 1810, han sido causados por el impedimento que como sociedad tenemos para lograr conciliar nuestras diferencias y llegar a acuerdos medios, justos para todos. Parece que nuestro ejercicio político como seres humanos pensantes se ha reducido únicamente a legitimar la voluntad de las mayorías y así poder desconocer la lucha de las minorías para poder reprimir su ejercicio.

Los hombres y las mujeres políticas de Colombia deben comprender que su deber como representantes del pueblo es unificar a la población, en vez de continuar dividiéndola. Se debe desarrollar empatía por aquellos quienes nos son diferentes e intentar darles cabida en la sociedad. Las personas de la comunidad LGTBI han sido perseguidas por la sociedad durante mucho tiempo y es el momento de reconocer que estas personas hacen parte de la realidad en la que vivimos. Aquí no se trata de debatir el porqué de las preferencias sexuales de cada persona ni de legitimar la existencia de algo diferente a la heterosexualidad, se trata de darles finalmente un reconocimiento legal a estas personas e incluirlas en la vida política como el grupo social que componen y que lucha unitariamente para que su voz tenga mayor alcance. Los LGBTI existen, existieron y seguirán existiendo así haya una parte de la población que no quiera reconocerlo.

La vida en sociedad dentro de una democracia va más allá de negar y eliminar a aquellos quienes se salen de la norma moral impuesta por la mayoría. Recordemos que durante mucho tiempo la tierra fue plana, las mujeres no podían votar y los negros e indígenas fueron esclavizados solo porque la mayoría lo quería o lo consideraba así, a pesar de que fuera una completa injusticia. Tengamos en cuenta que respetar las diferencias de quienes nos rodean no es solamente un consejo, es un deber cívico.  

Hay también que dejar en claro que ni la perversión ni la morbosidad son características de las personas homosexuales, pues este ha sido uno de los argumentos usados por ciertos personajes para impedir la adopción por parte de parejas gay. Este tipo de desórdenes corresponden a individuos meramente aislados y si alguien tiene una duda sobre eso, que deje los prejuicios de lado y se de la oportunidad de conocer a un LGBTI.

Por otro lado, los niños tienen derecho a tener un hogar y es inhumano impedirles esto por meros prejuicios y sesgos morales. Ellos, al igual que cualquiera, quieren tener un hogar y si hay alguien quien se lo puede brindar no hay razón de impedírselo. El Estado tiene estrictas reglas frente a quienes pueden y quienes no pueden adoptar, confiemos en que los profesionales aptos para dicha selección sean quienes determinen si las personas están o no la capacidad, pues basarse en meros juicios de valor sería completamente antidemocrático.

Para terminar solo quiero decir que la familia tradicional, lastimosamente para algunos, dejó de existir hace mucho tiempo. Hoy en día, los núcleos familiares son diversos y muy variados pues podemos encontrar a muchos jóvenes quienes fueron criados por dos mujeres (mamá y abuela) o dos hombres (padre y hermano). Que nos propongamos asumir esto como una realidad es apenas lógico. Nadie ha terminado tarado por la carencia de un padre o de una madre, nadie ha terminado gay (o almenos no está científicamente comprobado) por tener dos padres o dos madres gay. Los estudios hechos sobre esta materia están sesgados por sus propios investigadores y, en muchos casos, sus resultados han sido viciados. Y aún así, ¿cuál sería el problema? Ser gay no está mal.

 

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