Los Estudiantes de la Universidad del Cauca, hoy por hoy, afrontan un proceso coyuntural tan importante para la construcción del país como lo es el Proceso de Paz. Nosotros como estudiantes nos hemos puesto en la tarea de apoyar la construcción de paz, algunos publicando información a través de las redes sociales, otros haciendo charlas, cátedras y talleres sobre la paz, y algunos estamos haciendo prácticas o pasantías con el programa Manos a la Paz.
Los últimos decidimos salir a construir la paz con ayuda de nuestro conocimiento y las ganas de aportar al país: de construir país. Pero todo no ha sido fácil. Como todo en la vida, hay muros que te limitan y te quieren parar, y ese muro alto, sin ningún propósito y que no deja construir paz, ha sido la Administración de la Universidad del Cauca .
Ahora bien, se preguntarán por qué la Administración de una universidad que hace poco aparecía como una de las 20 mejores del país, y de la cual el Rector Juan Diego Castrillón Orrego es el representante del sector académico al Consejo Nacional de Paz, es ese muro que no nos permite construir paz. Suena irónico pero es así: ellos se han encargado de que nuestro trabajo esté apunto de terminar.
La Universidad del Cauca publicó la convocatoria del segundo periodo del programa Manos a la Paz, a través de su vicerrectoría y la misma pagina de la Universidad, donde decían los requisitos y las pruebas que había que pasar. Ahora bien, la universidad validaba a los que querían participar porque cumplían con todos los requisitos. Listo, ya, se podía participar (cabe aclarar que cada persona tenía que enviar una serie de documentos, pero eso era una gestión personal),
Pero los problemas empezaron cuando estábamos en los diferentes municipios del país. Resulta que la universidad se comprometió a garantizarnos unas condiciones para poder participar en el programa con el PUND, entre ellas pagarnos la ARL (seguro de riesgo laboral) y ayudarnos para seguir normalmente en la universidad. Sin embargo, nada de esto fue garantizado. Pasado algo más de un mes de las prácticas, la Universidad se niega a pagar la ARL, por lo cual se está evaluando la posibilidad de que pasantes de unicauca sean sacados del territorio, lo que daría por terminado sus prácticas y que representaría la pérdida de un semestre para los estudiantes y la oportunidad de ayudar a construir paz en esos municipios que tanto lo necesitan.
Pero bueno, la universidad del Cauca tiene una doble moral, que es dirigida por la parte administrativa, ya que esta socializó la convocatoria, aprobó nuestro perfil, es decir, revisó nuestro historial académico -- estudiante por estudiante-- y, además, publica en sus paginas de medios el compromiso y participación que han tenido con el programa Manos a la Paz. Pero NUNCA NOS AYUDO CON NADA¡ Así que los invitamos a quitarse la máscara y hablar con la verdad, que es lo que le falta a este país para construir paz.
Por cierto, una de las 20 mejores universidades del país, que no tiene insumos en sus laboratorios necesarios para programas como Física, Química entre otros, y que no tiene equipos necesarios para programas como Comunicación Social, no es una buena universidad. Dejemos de mentirnos, nuestra universidad está mal y como estudiantes debemos reaccionar porque la administración de la Unicauca lo único que piensa, con su política administrativa, es acabar con nuestra universidad.
