Si hay una producción que haya trascendido en el tiempo es Yo soy Betty, la fea. La novela creada por Fernando Gaitán se estrenó en 1999 y hasta el día de hoy sigue divirtiendo a más de un fanático debido a su aparición en Netflix.
Sus personajes también viven en la nostalgia de los televidentes, y uno de los más recordado es el de Inesita, la costurera de Ecomoda. El papel, interpretado por Dora Cadavid, una de las primeras actrices del país, cautivó con su ternura y aplomo, pero después de su paso por Betty, la vida le ha dado duros golpes.
En el año 2012 la intérprete tuvo que despedirse de su hijo Moises Cadavid, quien también era actor. Ese fue un duro golpe para ella, puesto que vivía con él, y esa dura situación fue la que la llevó a plantearse la posibilidad de mudarse a un ancianato.
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Tras el fallecimiento de su hijo, la actriz quedó al cuidado de sus sobrinas, su nuera y su nieta. Durante un tiempo vivió en La Calera, pero después viajó a varios lugares del país. Finalmente llegaron a Cúcuta, donde le pidió a su familia que la dejaran vivir en un ancianato, puesto que ya no quería viajar tanto. Además, tampoco quería convertirse en una carga para su familia.
Así fue como le consiguieron un asilo, y desde aproximadamente el 2018 se mudó a vivir allá. Desde el 2017 no aparece en la televisión nacional y hoy, con 83 años, se siente feliz, cuidada y tranquila. Dice que no le teme a la muerte, más bien le tiene respeto y que espera que cuando le llegue, esté dormida o sino no deja que se la lleve.
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