La presencia de Kiko Gómez en su pueblo Barrancas y en toda La Guajira sigue viva, mueve hilos de poder, sin que importe mucho su condena de 55 años por asesinato. El traslado a la cárcel de El Bosque, para estar en el caribe colombiano, cerca de su tierra, es otra muestra de la capacidad que sigue teniendo para moverse. Lo probará de nuevo con la candidatura de su hija Juana Gómez Bacci a la alcaldía de Barrancas.
Desde hace 30 años la familia del político guajiro, se ha impuesto en las elecciones locales. En los años 90, antes de ser gobernador, Kiko Gómez fue elegido alcalde de Barrancas. Sus habitantes afirman aún que hizo más por el municipio que las obras que cacarea el Cerrejón. Pero no se quedó allí, la primera esposa de Gómez, Bibiana Bacci, llegó a la Cámara por La Guajira.
Hace cuatro años su hija Juana Gómez Bacci consiguió ser diputada del departamento y ahora, con ganas de mandar en el municipio que cuenta con unas buenas finanzas por las regalías del carbón, quiere ir por la alcaldía del municipio. Ya comenzó la recolección de firmas.
En los primeros sondeos Juana Gómez Bacci marca bien, y ella, sin reparos cultiva la imagen de su papá, que en el interior y en las esferas judiciales y de gobierno, se sabe bien quién es y la huella delincuencial que ha dejado en el departamento, pero en La Guajira, es recordado e incluso reconocido por la gente. Así que su heredera política podría tener muchas posibilidades de seguir extendiendo el poder de su familia en Barrancas, el pueblo minero de La Guajira.
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