Kei Linch ha sido Karla, Anarkía, Kalinchis y también Rosa, porque también tiene sentido pensar que la abuela que fue tan importante para su formación como persona y como artista, aún habita en alguna parte de aquella niña, quien hace años se fue de un pequeño pueblo llamado Madrid para encontrarse a sí misma en una voraz Bogotá.
Fue en honor a aquella mujer, que Karla Lucía Cajamarca (nombre de la artista) decidió que Rosa fuera el nombre de uno de sus primeros discos de corta duración (EP) y que transformó ese Kalinchis, que la señora utilizaba con tanto amor para referirla, en el nombre artístico con el que la conocemos actualmente.
Rosa es la culpable de que Kei Linch ame la pintura. Mientras su abuela decoraba escuelas, la Karla adulta de 23 años también dibuja, pero prefiere dedicar su tiempo a colorear canciones. “Fue mi maestra y la mujer que me ayudó a encontrar mi propósito en este mundo”, explica la rapera y cantautora, en entrevista para Las2Orillas.
La familia de su abuela también está llena de músicos, que tocan arpa, guitarra, cantan; unos locos enamorados de la música campesina y, principalmente, de la carranga.
No se puede entender Dulcinea, al menos no de la misma manera, sin saber quién era su abuela o tener algunas de estas referencias de su legado familiar. Porque su debut no sólo es el primer disco de una mujer rapera firmada por una discográfica colombiana, sino también uno que se nutre del pop, de la cumbia y hasta de la música popular.
Por ejemplo, el disco tiene una canción con la estrella contemporánea de la música de despecho Francy, a quien Kei Linch considera una verdadera Dulcinea que escucha desde que tiene memoria. Juntas hicieron una canción llamada “Ay amor”, que aunque desencajó a más de un fanático del hip hop, a ella la llena de profundo orgullo. Karla cree que esta composición fue un éxito porque cada una respetó la esencia de la otra.
Dulcinea es el nombre de aquel recordado personaje femenino de El Quijote de la mancha, pero también una combinación de las palabra ‘dulce’ con el término ‘nea’, que aunque anteriormente se usaba de forma despectiva para referir a la gente de barrio; con los años se ha transformado en un vehículo para exaltar lo popular, como también pasa en canciones de Feid, Ryan Castro o Karol G.
Para Kei Linch lo ‘nea’ parece ser sinónimo de rebeldía, la misma que cultiva desde pequeña y que ha hecho que tanta gente se enamore de su arte (tiene casi medio millón de seguidores en Instagram). Convertirse en una Dulcinea, ha sido la única metamorfosis posible para no dejarse devorar por los manes que se creen dueños de la escena del rap de la capital.
Y en una de sus líneas, Karla se los recuerda: “Se volvieron haters porque no me los quise tirar”.
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La estrella que sí tenía el Factor X
En 2021, se presentó en el reality Factor X con el nombre de Anarkía. Un seudónimo que eligió sin pensarlo mucho a los 13 o 14 años y que, ahora, con una nueva mirada de la sociedad, prefirió cambiar por el de Kei Linch.
En el concurso Karla fue versátil, cantó rock y pop, rapeó en todas las presentaciones. Rosana, una de las jurados del programa, quien además es la cantante española recordada por clásicos de la música latina como “A fuego lento”, “El talismán” o “Pa’ ti no estoy”, se derretía viéndola cantar en cada una de las galas. Ahí en YouTube están las pruebas.
A través de las presentaciones, Karla brilló con canciones propias y de otros artistas como “Te echo de menos” de Beret, “Cómo mirarte” de Sebastián Yatra y una canción no tan conocida de Rosana, llamada “Quien”, donde volvió a remarcar que aunque puede tener varias facetas, antes que nada es una rapera.
Nunca sabremos si fue eliminada porque el público consideró que el cantautor y productor Madeiro, quien ganó la edición 2021 del programa, la superaba o si fue porque esta mujer –que en alguna de las ediciones quiso conmemorar a las víctimas de los feminicidios– era incómoda para la producción del reality de RCN. Así que Karla perdió, pero tuvo una pequeña venganza.
En una de las galas más importantes, emitida en horario estelar (prime time) les cantó “Gimme the power”. Un himno del rock y del pop latinoamericano que es famoso por frases como: “la gente de arriba te detesta, hay más gente que quiere que caigan sus cabezas” o “si le das más poder al poder, más duro te van a venir a coger”.
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Kei Linch y su ‘reloco’ salto a la fama
La primera vez que vi a Kei Linch fue en una conferencia llamada Bime y aunque entonces no tenía idea quién era ella, su look hacía que uno no parara de mirarla. Recuerdo que lo que más me impactó su cabello azul y rojo, que son los mismos colores que tenían las pastillas que permitían elegir destino en la película Matrix.
¿Era cantante? ¿Tiktoker? Aunque aún no le había llegado la fama, era claro que ya llevaba muchos años siendo una artista.
Una o dos semanas más tarde se viralizó el video que la hizo famosa. Era una parodia de la canción “Saoko”, de la cantautora española Rosalía, en la que Karla cantaba una y otra vez “relocos papi relocos”. Kei Linch dice que el video le daba vergüenza, pero la animaron a subirlo y ahí fue que todo explotó.
El cortometraje tuvo tanto aplausos, como mensajes de odio y hasta madrazos. La propia Kei Linch salió a criticarlo un día más tarde: “soy mi mayor hater”, nos comenta.
@keilinch tenía q hacerlo #artistatiktok #recomendados #ñerosbogota #rosalia #motomami ♬ sonido original - Kei Linch
“Relocos papi relocos” creció tanto, que incluso fue utilizado por los dos políticos que llegaron a la segunda vuelta de las últimas elecciones presidenciales: Rodolfo Hernández y Gustavo Petro. Ese fue el segundo momento en que se arrepintió de haber subido el video en el que, sin esperarlo, debutó como influencer.
Ella no quería que un viejo verde como Rodolfo Hernández, quien maltrataba verbalmente a las mujeres, golpeaba opositores y que ahora en 2024 fue condenado por corrupción, estuviera de alguna manera relacionado con ella.
Pero ahora Karla entiende que el éxito de Kei Linch, tanto el personal, como el de su proyecto y su marca, no podrían haber llegado sin todos estos factores que contribuyeron a su popularidad. También reconoce que le costó mucho aceptarlo.
En la actualidad no sólo es la primera rapera firmada por una discográfica colombiana y una prometedora figura ascendiente del pop urbano, sino que también es imagen para marcas de indumentaria como Nike y Tommy Hilfiger, quienes los incluyeron en una línea urbana llamada Tommy Jeans, para promocionar algunos productos a través de la artista.
En cuanto a su relación con Nike, su mánager me explica que Kei Linch es la primera rapera colombiana firmada por la compañía.
@dimelo.king KEI LINCH HABLA DE SU FIRMA CON NIKE 😱 #typ #viral #parati #dimeloking ♬ sonido original - dimeloking
La nea más dulce del rap bogotano
Kei Linch reconoce que el éxito le llegó de forma repentina y mucho antes que a muchos colegas que llevan años despellejándose en la escena del rap colombiano. Así que entender que a su lado Neo el de Matrix era un pobre pelotudo, no le resultó fácil.
Además, muchos la odiaron, la odian y la odiarán por su fama, pero estrellas del rap latino como la dominicana Melymel, el español Rapsusklei, el venezolano Akapellah o el colombiano Nanpa Básico, han grabado con ella y hasta la han apadrinado.
Curiosamente, el debut de Kei Linch y el primer álbum de pop urbano que hizo Rosalía (la de “Saoko”) se parecen bastante. Son dos discos donde se combinan las influencias de las cantantes –en el caso de Rosalía flamenco con trap y en el de Karla el hip hop con popular y cumbia–, pero también donde se aprovecharon al máximo los recursos del pop mainstream.
Dulcinea tiene algunas canciones que son más introspectivas y –a veces– románticas que podrían funcionar mejor en un mercado mexicano como “Hechicería”, “Cerquita del cielo”, "La mejor noche de mi vida" y “180km” (con Junior Zamora, otra promesa de Sony Music Colombia).
Aunque ella remarca que más que en mercados está pensando en canciones, por ejemplo, el año pasado participó en una carranga de Los Rolling Ruanas llamada "No nos vamos a callar", que también puede considerarse un homenaje a su familia.
En Dulcinea también hay otro costado del disco que es más duro y que tiene composiciones como Kruela” o “Modo bil”, que es un RKT (un estilo argentino que combina cumbia villera con el reggaetón de Puerto Rico), donde Kei Linch muestra su costado más vulgar.
Porque en estos tiempos, hablar de sexo explícito y decir groserías puede ser una forma de conseguir likes, pero también una declaración política: “No quiero morirme sin hacer ninguna de las canciones que creo que puedo hacer”, nos confiesa.
A continuación, la entrevista de Kei Linch con Las2Orillas: