Para muchos, el nombre de Kazajistán es poco conocido. Pues bien, además de ser un país con muchas riquezas minerales, es el noveno más grande a nivel mundial y cuenta con la segunda capital (Nursultan) más fría del mundo después de Ulan Bator (Mongolia). Su población es de 18 millones de habitantes aproximadamente, comparte frontera con Rusia, China, Uzbekistán, Kirguistán y Turkmenistán, y tiene una costa marítima que comparte con otros países, que es la del mar Caspio.
El 19 de marzo este país fue noticia, a nivel internacional, por la sorpresiva renuncia del presidente Nursultan Nazarbayev a su cargo, quien llevaba aproximadamente 30 años en el poder, con lo que es el único presidente que ha tenido esta nación joven que pertenecía a la Unión Soviética. Kazajistán es un Estado del cual no se escuchan muchas noticias en esta parte del mundo (América), pero que es políticamente vital para Rusia, con lo que las relaciones entre estos dos países son supremamente importantes para el Kremlin.
Sin embargo, Nazarbayev entendió que su país no podía vivir de los intereses rusos y expandió su política exterior para crear buenos lazos de amistad con países que tuvieran un comercio activo y representaran una posición estratégica a nivel internacional. Del lado de América, este país cuenta con relaciones diplomáticas con Estados Unidos, Canadá, Brasil y México, que son las principales economías de la región. Por el lado de Europa, Kazajistán mantiene una muy buena relación con Francia, Alemania, Italia y Reino Unido. De sus vecinos, es muy cercano a Uzbekistán, Mongolia y Kirguistán, además de mantener contactos políticos y económicos con China, India, Corea del Sur y Japón. Aunque a la final, su relación más importante se centra en Moscú.
Este país ha establecido una diplomacia conocida como “múltiple vectores”, según la BBC de Londres, de interacción con otros Estados, teniendo en cuenta que su principal socio comercial y político es el gobierno de Vladimir Putin. Aunque no cuenta con una salida al océano, el país comparte el mar Caspio con otros naciones. La importancia de este mar o lago radica en la cantidad de recursos como el petróleo, el gas, además de la pesca, vitales para la economía de este país.
A nivel económico, el país cuenta con amplias inversiones en minería. Sus relaciones comerciales con Rusia para 2018 estuvieron alrededor 18.000 millones de dólares, según datos de Sputnik. Incluso, el exmandatario kazajo se reunió el año pasado con el presidente Putin, declarando una vez la importancia estratégica y comercial de Nursultan (capital de Kazajistán) con Moscú.
En temas políticos, Nazarbayev es conocido por ser un exlíder soviético, muy ligado a las decisiones del Kremlin. En los 29 años que estuvo al frente de su país, se le criticó por la violación de derechos humanos y la fuerte ofensiva contra una pequeña minoría política que representa a la oposición. El mandato presidencial en Kazajistán es de 5 años y el presidente se presentó en nueve ocasiones, teniendo en cuenta las reformas constitucionales, venciendo con el 97% y 98% respectivamente a sus adversarios.
La renuncia de Nazarbayev ha despertado desconcierto en Kazajistán, preocupación en Rusia y expectativa en otros Estados, que ven con buenos ojos el cambio democrático que se pretenden en este país. A pesar de que el presidente haya renunciado, el congreso de aquel país ha creado una serie de leyes y normas que lo protegen de investigaciones de la justicia, además de declararlo el líder vitalicio del país muy al estilo de Corea del Norte o con una intención similar de crear un legado histórico como el del líder Ataturk en Turquía. También han decidido nombrar a su hija Dariga Nazarbáeva como la presidente del Senado. Por otra parte, el exmandatario seguirá controlando algunos grupos políticos, con lo que su influencia en este sector seguirá siendo definitiva para las decisiones que tome el próximo mandatario.
Por ahora, el que era presidente del senado (nombre) tomará el cargo interino de la nación por un año, ya que en 2020 hay elecciones en Kazajistán con lo que se abre una esperanza y oportunidad de elegir democráticamente a una persona capaz de mejorar la calidad de vida de los kazajos, solventar la crisis económica por los precios del petróleo y respetar los derechos humanos. Políticamente, Kazajistán es un “colchón” de protección de Rusia frente alguna intromisión militar de otro Estado, por eso la importancia de mantener una relación cercana, en la que el kremlin mantiene el protagonismo político, económico y social.