Atlético Nacional fue vencido sorpresivamente en el Mundial de clubes por el equipo japonés Kashima Antlers, por marcador 3-0 en el estadio Ciudad de Suita, Osaka. El rival para los colombianos parecía accesible, pero en la cancha se dejó claro una vez más, que a falta de buen fútbol, la táctica es buena opción y se demostró que hoy en día, no hay club fácil en el mundo.
El equipo de Kashima Antlers, dirigido por el también japonés Masatada Ishii, dio una lección de trabajo táctico y velocidad al atacar en el partido de semifinal, que se disputó este miércoles en territorio nipón, donde supo controlar los ataques del equipo colombiano, comenzando desde su arquero Hitoshi Sogahata que detuvo disparos de varios jugadores rivales. Eso le permitió agarrar confianza y demostrar que sí podían sacarle un buen resultado al campeón de Sudamérica.
Si bien en la mayoría del primer tiempo Nacional fue superior al arrinconar a los japoneses, demostrando su superioridad, Kashima sintió que para ganarle, tenía que replegar al juego táctico e ir cerrando de a poco los espacios, aprovechar pelotas quietas, errores del rival y contragolpes que le permitieran acceder a la final. Eso lo entendió su técnico Ishi que al conseguir el gol logró aplicar este tipo de fútbol y lograr una estabilidad en el segundo tiempo.
El equipo nipón en el papel se veía ‘fácil’ porque al frente estaba un equipo que tenía figuras sudamericanas, varios de selección y con gran pie. Esto generó confianza en jugadores, cuerpo técnico e hinchas en que se podía vencer a los japoneses, donde hace unos 10 años no eran tan aplicados técnica y tácticamente. Hoy se ve todavía esa falta de técnica, pero lo han logrado suplir con la táctica donde han respondido de gran forma y han logrado en más de una ocasión poner en aprietos a clubes, especialmente a los de América.
La primera participación de un equipo japonés en un Mundial de clubes fue en el año 2007, donde fue eliminado el Urawa por el Milán de Italia, en semifinal 1-0. Posterior, quedaría en tercer lugar al vencer en penales 4-3 a Étoile Sahel de Túnez. A partir de ahí se volvió habitual que equipos de Japón fueran a disputar juegos contra equipos de alto nivel y nombre internacional. El otro ejemplo es el Gamba Osaka, donde en 2008 logró un tercer lugar al vencer al Pachuca mexicano 1-0.
Sin embargo, la participación de un club japonés se detuvo por dos años (2009-2010), debido a que la sede cambió y se realizó en Emiratos Árabes, pero en 2011 volvió a Japón. Esta vez, Kasiwa Reysol fue el representante, donde ganó en cuartos de final a Monterrey en penales 4-3, pero en semifinal le ganó Santos de Brasil 3-1 y finalmente alcanzaría un digno cuarto lugar al perder contra el Qatarí Al-Saad, desde los doce pasos.
Sanfrecce y Kashima han sido los últimos dos anfitriones que han estado presentes en el evento. El primero llegando a un tercer lugar, luego de perder 1-0 contra River Plate y ganarle al chino Guangzhou 2-1 en 2015.
En esta edición (2016), el Kashima por ser el campeón de la liga japonesa, fue el último invitado a este Mundial y llegaría a disputar desde una fase previa su clasificación a cuartos de final, donde tuvo que vencer al Auckland City de Nueva Zelanda 2-1. Luego en cuartos, eliminó al Sudafricano Mamelodi Sundowns 2-0, que le dio el pase a semifinales contra Atlético Nacional, en el que finalmente venció categóricamente 3-0 en la cancha de Suita.
Igualmente, hay que mencionar que hace unos meses, en agosto específicamente, este mismo Kashima enfrentó al también colombiano Independiente Santa Fe por la Suruga Bank, al que logró hacerle daño y en gran parte del primer tiempo tuvo opciones para liquidar al ‘cardenal’ en esa ocasión. Sin embargo, Santa Fe supo controlar los ataques al defenderse bien y anular al rival en la segunda etapa, donde finalmente una pelota quieta en los últimos minutos, le dio el triunfo sobre este equipo nipón. Pero fue una muestra que el rival no era para nada fácil.
Con el histórico paso a la final, Kashima es el primer equipo asiático en llegar a esta instancia de un Mundial de clubes y es el resultado de un crecimiento deportivo a lo largo de más de 10 años del fútbol japonés, y demostró que hoy en día no hay rival fácil en el fútbol y seguramente más adelante, estarán al nivel de varios equipos del mundo. Por el momento su inteligencia en la táctica prevalece por encima de los buenos jugadores.