La primera vez que Karina Milei tomó la palabra en un acto público fue el domingo 19 de noviembre en la noche. Jamás había hablado en una tarima. Contra todas las encuestas, su hermano Javier le ganó la segunda vuelta al candidato oficialista, Sergio Massa por más de 11 puntos y se convirtió a sus 51 años en el presidente de Argentina.
Karina lucía uno de sus acostumbrados colores intensos. Su hermano la llama “El Jefe” o Mesías atribuyéndole poderes paranormales. Por eso, en su primera frase como presidente electo, dijo: “Esto no hubiera sido posible sin Karina”.
Javier Milei y su hermana Karina, tarotista a quien le debe todo.
Lo de llamar Mesías a Karina no es una exageración. En una reunión con rabinos poderosos de Buenos Aires, quienes hicieron alusión a una posible llegada de un ser que nos salvara del horror de ser humanos, Milei, con los ojos desorbitados, aseguró que ya había llegado y que era su hermana.
En los oscuros años setenta, Javier y Karina vivieron en el barrio de Villa Devoto. Su madre era un ama de casa y su papá un conductor de autobús que se desahogaba del tráfico imposible de Buenos Aires y de sus frustraciones, golpeándolo. Karina siempre fue su apoyo, aunque fuera dos años menor.
Ha sido de público conocimiento la pésima relación de Milei con sus papás a los que llama “progenitores”. Por eso, sorprendió que los dos estuvieran en primera fila rompiendo en llanto. Karina fue el puente para que Javier volviera a hablar con su familia. El presidente electo es un fenómeno único en la política Latinoamericana. Fue diputado en 2019 con un movimiento que él mismo creó: La Libertad Avanza y la única persona que ha podido influenciarlo es Karina.
Padres de Javier Milei con su hermana Karina.
Además de haber estudiado relaciones públicas, Karina es pastelera, escultora y fue socia de una llantería. Karina, quien además es lectora de tarot destacada y tiene entre sus clientes a varios famosos del país, controla hasta la seguridad de su hermano.
Obediencia total
Karina fue quien le dijo a su hermano que abandonara los trajes y recordara su pasado de rockero en el barrio de Chacarita en donde tuvo la banda Everest. Hace más de un año, lanzó su carrera presidencial en la cancha del barrio El Porvenir, en pleno invierno.
A Javier Milei le encanta el rock, pero en esa ocasión, invitaron a un cantante de cumbia, El Dipy, y a la convocatoria no llegó nadie. Varios de sus asesores más cercanos, enfurecieron. Ni la hora, ni el lugar, convenían. Todo estaba destinado al fracaso. La única razón por la que se hizo de esa manera fue porque las cartas le hablaron a Karina. Muchos la comparan con Kim Yo-Jong, la todopoderosa hermana del líder de Corea del Norte.
Decisiones importantes como alianzas con diputados fueron tomadas por Karina a punto de tarot. Incluso, Karina acercó a la campaña a otras mujeres como Sandra Pettovello, a quien le dicen “La profe de Reiki” y quien, ahora que Milei ganó las elecciones, tendría el Ministerio del Capital Humano, la entidad que absorberá a los ministerios de Educación, Salud, Trabajo y Desarrollo. Su currículum no la avalaría para llevar sobre sus hombres un Ministerio que abarca buena parte de la economía argentina. Tiene un consultorio particular desde 2013 y le cae bien a Milei.
Sin duda, otra de las mujeres que influye en Milei es su fórmula vicepresidencial Victoria Villarruel, abogada de 48 años, nieta, hija y sobrina de militares que se ha pasado buena parte de su vida relativizando los horrores de la dictadura desde el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus víctimas, organización que preside desde hace dos décadas.
Villarruel ha buscado víctimas de las guerrillas conocidas como Montoneros y el ERP que se defendieron del horror de los militares. Ha escrito libros y ha dado un número indefinido de conferencias intentando cuestionar la cifra oficial de 30 mil desaparecidos que dejaron las dictaduras de los setenta y comienzos de los ochenta en Argentina. Ella fue quien apareció en la tarima y cumplió un papel determinante para que se impusiera Milei a Sergio Massa. La otra persona que se vio en la tarima fue Fátima Flórez.
Famosa por ser la imitadora oficial de Cristina Fernández de Kirchner, su relación empezó a ser pública desde septiembre, en la recta final de campaña, cuando los detractores de Milei se preguntaban: ¿por qué Milei no tiene pareja? El economista se ha mostrado orgulloso al declarar que él estuvo virgen hasta los 47 años.
Temido por las feministas que creen que podrían perder los derechos que han ganado en los últimos años, paradójicamente, Javier Milei se pasará a vivir a la Casa Rosada el próximo 10 de diciembre gracias a una campaña construida por mujeres y liderada por su hermana Karina, que siempre ha sido fundamental en su vida.