Siempre he pensado que Kandinsky fue un pionero en el arte moderno, quizá investigó y propuso el mundo de la abstracción antes que Pablo Picasso. Esa gravedad en el espacio la descubrió Salomón Guggenheim en la obra de Kandisnky. Un exclusivo momento donde el artista se reinventa el espacio plano de la pintura antes que Pablo Picasso.
El Museo Guggenheim —que fue diseñado por el gran arquitecto norteamericano Frank Loyd Wright— tiene como exhibición, La Colección que el museo tiene en Nueva York. En 1920 comenzaron las relaciones comerciales entre el coleccionista Simón Guggenheim y la obra de Kandinsky. El museo cuenta con 150 obras que reúne desde sus experimentos en grabado, sus distintas etapas en pintura sobre la abstracción lírica hasta sus propuestas expresionistas.
Vasily Kandinsky nació en Moscú en 1866 y murió en Neuilly sur Seine en Francia. Primero estudió en Odesa música donde el piano y el Cello eran sus fuentes que, después fueron abriendo campo dentro del ritmo espacial de su pintura.
Se trasladó a Munich donde empezó —con el pie equivocado— a estudiar derecho, pero pronto rectificó el rumbo y en 1901, comenzó su carrera en la Academia de Artes de Munich.
El trabajo de Kandinsky fue una variante distinta a la pintura no objetual y sus hallazgos pictóricos estuvieron determinados por las viejas tradiciones artísticas y espirituales de Rusia y Alemania; las dos culturas se fundieron completamente en su trabajo. El Impresionismo tuvo gran influencia porque despertaba en él nuevas ideas sobre las técnicas. También recibió influencia de la pintura medioeval alemana y el icono ruso, por las imágenes sobre vidrio de los maestros populares, por el Simbolismo contemporáneo y por las tendencias que ya sentían el pálpito y conducción de la pintura hacia el arte no objetual.
A comienzos de 1910 comenzaron sus improvisaciones abstractas. Composiciones que según Kandinsky deberían abrir la posibilidad de alcanzar la profundidad espiritual del universo y escuchar la sonoridad de la música secreta. Todo el sentido de la pintura tomó una importancia en la expresividad de la línea y la mancha cromática que no representaban el mundo de los objetos; así le exigía al espectador desafiar una percepción activa de la fantasía y un fortalecimiento de la intuición.
Sobre todo esto Vasili Kandinsky escribió:
En general el color hace las veces de un medio que puede influir directamente a el alma. El color es una tecla, el ojo es un martillo y el alma un piano. El artista es la mano por medio de una u otra tecla conduce a la vibración del alma humana.