En 1969, mientras Kamala Harris empezaba a garabatear sus primeras letras en el kínder garden, a sus 5 años, en California, donde nació y vivió la mayor parte de su vida, al otro lado del país, ya con 27 años, Joe Biden, estaba también iniciando sus estudios, pero en el colegio de abogados de Delaware, su segunda carrera, luego de haberse graduado en 1965 en Artes con especialización en Historia y ciencias políticas y de haber recibido un doctorado en esta área.
Sus vidas se empezaron a cruzar 35 años después, cuando Beau Biden, el hijo mayor del hoy presidente de Estados Unidos, abogado como su padre, inició su carrera pública como fiscal federal en 2004 en el estado de Filadelfia y Kamala Harris, una mujer, hija de un jamaiquino afro y una mujer hindú, hacía eco con sus decisiones, también como Fiscal pero del Distrito de San Francisco.
A través de sus cargos como fiscales y de intereses en común como la corrupción y la protección a niños y mujeres, el hijo mayor de Biden y Kamala Harris empezaron una amistad que duró hasta la muerte de Beau, en 2015, cuando un cáncer de cerebro se lo llevó en menos de dos años.
Kamala recuerda siempre las historias que Beau le contaba de su admirado padre Joe, con quien tenía una relación cercanísima, al tiempo que el Presidente escuchó hablar de ella a través de su hijo. Habían hecho una gran llave laboral y compartían valores y convicciones en donde el carácter de la hoy vicepresidenta sobresalía. Juntos dieron la pelea, como fiscales de sus distintos estados, contra los bancos que a través de hipotecas imposibles de pagar le estaban quitando las casas a sus propietarios. Injusticia que lograron detener.
Biden siempre tuvo presente a Kamala Harris, con quien incluso se enfrentó en las elecciones primarias del partido demócrata para escoger el candidato presidencial, carrera de la que Harris se retiró pronto. Pero fue este escenario, más que el propio Congreso donde compartió curul dentro de la bancada del Partido demócrata, el que proyectó nacionalmente a quien será la primera mujer y además de origen afro y asiático, en asumir la vicepresidencia de Estados Unidos.
Kamala Harris, una mujer echa a pulso, supo ganarse el respeto y aprecio con su trabajo público, lo que la llevó a ser una de las opciones en la bajara que Joe Biden y su equipo de campaña tenía como vicepresidenta. Desde siempre quisieron que fuese una mujer que las representara como género y unión de país.
Aunque en las opciones había nombres interesantes como Susan Rice, exembajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas; la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms y la representante de California Karen Bass, entre otras, el mismo Biden reconoció que eligió a Harris, además de su experiencia en temas de gobierno, liderazgo por el conocimiento de ella como persona que heredó de su hijo fallecido, un hombre que sin saberlo unió dos fuerzas que desde este 20 de enero y por cuatro años llevarán las riendas de la primera potencia el mundo.