Sin el ingeniero Rodolfo Hernández en el camino, el exgeneral Juvenal Díaz, que no tenían grandes opciones, logró ser el gobernador de Santander con más de 400 mil votos, que le entregaron el más del 20% por encima del segundo lugar, que lo ocupó Héctor Mantilla de la coalición por el Desarrollo de Santander, quien alcanzó un poco más de 200 mil sufragios.
El general Díaz, quien fue uno de los altos oficiales que salió en la barrida que hizo el presidente Gustavo Petro al llegar al poder, tomó la decision de lanzarse a la política participativa, un par de meses después de que le notificaran la baja en el Ejeército, noticia que aunque dolió el militar la afrontó la entereza con la que ha asumido una carrera que arrancó cuando recibió la daga en la Escuela militar José María Córdoba a sus 19 años.
Nacido en La Paz, Santander y criado en Malaga, su único consuelo fue refugiarse en su tierra; visitar a su mamá en el barrio San Alonso de Bucaramanga una vez fue destituido y abrazarla. La podía mirar a los ojos. Él, que tanta expectativa tenía por recibir al nuevo presidente, Gustavo Petro, uno que había sido elegido sin pertenecer a las clases políticas tradicionales, lo había metido en el saco de los oficiales que ya no servían. Se reunió con su comandante directo, Luis Mauricio Ospina y con el comandante de las Fuerzas Militares, Helder Fernán Giraldo Bonilla en una tensa reunión en el club de oficiales de Bogotá. A pesar de lo que se haya dicho le tocó hacer lo que siempre había hecho con su temple santandereano: mirar al frente, seguir adelante.
El uniforme quedaba atrás, el cambio de vida fue radical
Aunque nunca lo reconoció, el bicho de la política le caminaba por adentro. Y dejar el uniforme se lo despertó. Descartó busco el aval e algún partido para aspirar a la gobernación y prefirió la ruta de las firmas. Empezó la tarea. Recorrió los sesenta y siete municipios de Santander; habló con la gente, con los campesinos y a sabiendas de tener un duro contendor que ya había acariciado la Presidencia de la República: Rodolfo Hernández. Su discurso empezó a calar y los apoyos fueron llegando, empezando por Alvaro Uribe y el Centro Democrático que terminó dando el aval de su partido, el Centro Democrático que lo terminó co-avalando. Pronto se perfiló como el contendor del hasta entonces favorito para ganar.
En varias intervenciones durante la campaña el general descabezado por Petro se refirió a Rodolfo Hernández como traidor, por haber dejado a sus casi 10 millones de votantes a un lado en sus intenciones de ganarle a Gustavo Petro en segunda vuelta.
Su estrategia, de venderse, a pesar de estar apoyado por partidos tan tradicionales como el CD, como un outsider de la política, le funcionó. Tampoco olvidó recordar que no viene del mundo de los privilegios y lo que ha conseguido los había hecho hasta el momento, defendiendo al país como el oficial que siempre fue.
Lo cierto es que no ha sido tan ajeno a la política santandereana y a sus cuestionados dirigentes como el clan Aguilar. Su familia ha ocupado cargos políticos gracias a su cercanía con el clan de Hugo Aguilar, el primer oficial y con grado de coronel de la policía en haber sido gobernador de Santander y los hermanos Richard y Mauricio Aguilar intentaron convencerlo inútilmente de aspirar como candidato de ellos.
De su hermano, Iván Díaz Mateus ha heredado importantes lazos político. Militante del Partido conservador hizo carrera desde la asamblea, luego escaló a la Cámara y en el 2006 llegó al Senado, donde cometió el delito de concusión para que el Presidente Uribe pudiera ser reelegido. La Corte Suprema comprobó que había presionado a su coterránea Yidis Medina.
Para ocupar la silla de gobernador, también logró el respaldo del senador liberal Miguel Ángel Pinto -cuenta con un coaval del partido Liberal- y del llamado Clan Villamizar.
Pero lo que más le sirvió, que le entregó miles de votos, fue su antipetrismo beligerante. En su twitter criticó la política del presidente de acabar por ejemplo con el servicio militar obligatorio.
Y fue acusado por Hollman Morris, actual subgerente de RTVC de querer preparar un golpe contra el presidente. En las diversas manifestaciones que han hecho los veteranos del ejército contra este gobierno el nombre de Díaz ha sonado junto a otro general, el ex comandante del ejército, Eduardo Enrique Zapateiro. Morris lo señaló en un trino de golpista.
Señores generales @EEZapateiro y @GralJuvenalDiaz, ¿Ustedes están detrás de la operación "Acero Diluido" de desestabilización de la democracia colombiana elegida en las urnas por voto popular? pic.twitter.com/he4sVenzd4
— Hollman Morris (@HOLLMANMORRIS) May 23, 2023
El general le respondio sin dubitaciones
Señor @HOLLMANMORRIS, no tengo idea de qué es la operación "Acero diluido" pero le respondo: NO, no hago parte de eso ni de ninguna acción de carácter golpista como usted lo insinúa en su trino. Y no se escude en una pregunta para lanzar una difamación de ese calibre, no sea… https://t.co/SW3lB1tGzX
— General Juvenal Díaz (@GralJuvenalDiaz) May 24, 2023
Además de la suma de apoyos, para lograr la victoria que hoy celebra, el general tuvo un indudable golpe de suerte. El Consejo Nacional Electoral revocó la candidatura de Rodolfo Hernández por acumular tres sanciones de la Procuraduría, con una última que le llegó el pasado agosto. Con el retiro de Hernández la contienda cambió radicalmente y al general Juvenal Diaz le quedó el camino libre para ser gobernador de Santander, un cargo que logró entre otras empujado por Gustavo Petro, quien terminó haciéndole un favor con su retiro.