Al escribir este artículo se debe estar celebrando la comparecencia del senador y expresidente Álvaro Uribe Vélez, ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ), llamado a indagatoria por la Sala de Instrucción, de la CSJ, enfrenta acusaciones de manipulación de testigos, fraude procesal, soborno y conformación de grupos paramilitares. Uribe actualmente tiene 28 causas pendientes para ser juzgadas por la Corte Suprema y 56 acusaciones en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representante, por violación a los derechos Humanos, masacres y paramilitarismo, homicidio, aún pendientes de ejecutarse.
Durante el gobierno del doctor Álvaro Uribe Vélez, también se desarrollaron acciones de carácter internacional que violaron las normas y la convivencia pacífica con los países vecinos, como lo fue ordenar el secuestro del miembro de las FARC-EP Rodrigo Granda en Venezuela y el bombardeo y ataque militar contra el campamento del comandante guerrillero Raúl Reyes en Angostura, departamento de Sucumbió territorio ecuatoriano.
En ese bombardeo perecieron 25 personas, de ellos 2 mexicanos y un ecuatoriano, de los siete extranjeros que se encontraban de visita y cuyo objetivo era sostener un encuentro con el comandante Raúl Reyes para recibir una propuesta de Paz que la insurgencia proponía se llevara al Foro Internacional de la Coordinadora Bolivariana de los Pueblos, evento que se desarrollaba en Quito, Ecuador, en esa semana y hacerla llegar al gobierno de Uribe Vélez.
Masacrados por los misiles que impactaron directamente en dicho campamento, desembarcaron tropas aerotransportadas en territorio ecuatoriano, con fuerzas combinadas del ejército y policía, algunos heridos como el caso del comandante Raúl Reyes, capturado vivo y luego rematado, prueba de ese crimen lo tienen los dirigentes de las FARC y testigo las guerrilleras y visitantes que sobrevivieron a la masacre. Este bombardeo ocurrió el 1 de marzo del año 2008, hace once años.
Este alevoso ataque, con nocturnidad e indefensión de las víctimas, lo tipifica como un delito de crimen de guerra y de lesa humanidad, así como la violación de la frontera y bombardeo en territorio de un país limítrofe, sin la debida coordinación e información al país agredido, se agrava como fue conocido públicamente con él engaño del presidente Álvaro Uribe Vélez, al Jefe de Estado Rafael Correa, este hecho provocó una grave y tensa situación entre ambas naciones y la ruptura diplomática con Colombia de Ecuador, Venezuela y Nicaragua.
Teniendo en cuenta que los delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra no prescriben, el gobierno colombiano y los autores de tales hechos, según los tratados internacionales, deben rendir cuenta por este horroroso y vandálico episodio, que aún mantiene heridas abiertas, sin que la Justicia Internacional y sobre todo la ecuatoriana, exija juzgamiento, reparación a las víctimas y perdón de los culpables por la humillación a que fue sometido el estado y pueblo ecuatoriano.
Esas acciones quebraron el orden internacional y pudieron conducir a una guerra con sus vecinos y desestabilizar la región. Sólo la prudencia y el ánimo pacífico de los gobiernos de Venezuela y Ecuador y la estatura que mostraron como Jefes de Estado el comandante-presidente Hugo Rafael Chávez Fría y Rafael Correa, evitaron un conflicto, cuyo objetivo también estaba dirigido a desestabilizar a esos gobiernos democráticos, que no gozan de la simpatía de los vecinos del norte y favorecer una intervención norteamericana.
Teniendo en cuenta la importancia que tiene para la opinión pública, conocer datos del doctor Uribe Vélez, permítanme comentarle los antecedentes como político y su trayectoria como funcionario público, informaciones emitidas por diversos medios de comunicación de Colombia desde la década del 80.
Uribe Vélez se desempeñó durante el gobierno de César Turbay Ayala como director de Aeronáutica Civil de Colombia, cargo que por su estratégica posición, para la expedición de licencias de pilotos y construcción de pistas de aterrizaje, era muy apetecido por los carteles de la droga, en este sentido se han publicado numerosas versiones sobre la vinculación y apoyo del ex presidente a estos carteles, especialmente con el Cartel de Medellín, así lo dan a conocer los periodistas Joseh Contreras y Fernando Garavito en su libro “La biografía no Autorizada de Álvaro Uribe”. Editorial Oveja Negra.
En la hoja de vida de Uribe Vélez presentada en la página Primero Colombia, hay una gran mentira, Uribe no fue nombrado en 1982, Alcalde de Medellín por el presidente Belisario Betancourt, fue el gobernador de Antioquia, Álvaro Villegas Moreno, por delegación de Presidente, quien le dio la potestad al gobernador, de designar a quien este estimara. Toda esta información, la cuenta la periodista Fanny Kertzman, en su artículo “El hombre que construyo la carrera de Álvaro Uribe Vélez”, publicado en la revista Semana del 17 de octubre del 2013. Uribe duro cinco meses en el cargo.
La historia que nos están debiendo reclama en su libro la prestigiosa periodista María Jimena Duzan, y cuenta así la salida de Uribe de la alcaldía: “esta se produce cuando el presidente Betancourt, le pregunta al gobernador Villegas Moreno, ¿Cómo es posible que tengamos en la Alcaldía de Medellín a una persona de quien me han dicho tiene nexos con los narcotraficantes?” “Si nos atenemos a las nuevas revelaciones hechas por Villegas Moreno en este libro, Uribe Vélez fue sacado de la Alcaldía de Medellín por presuntas relaciones con el narcotráfico. Para Villegas estas relaciones nunca tuvieron asidero, pero el libro deja claro que esa no era la opinión del expresidente Betancur ni la de Fabio Echeverri”. Autora del libro intitulado “La historia que nos deben”.
Lo que cierto es que, durante su corta investidura como alcalde, Uribe Vélez, acompañó al reconocido narcotraficante, Pablo Escobar Gaviria, en su recorrido por la zona, cuando Escobar comenzó a construir un barrio para personas pobres, cuyo emprendimiento lo bautizo con el nombre de “Medellín sin Tugurio”. También es público que cuando el padre de Uribe fue asesinado en la finca Guacharaca, su hijo Álvaro viajó a retirar el cadáver en el helicóptero de Pablo Escobar, también esto se ha querido tapar, con artimañas, pero ese helicóptero fue ocupado en Tranquilandia por la DEA y la policía antinarcótico colombiana, cuando allanaron en los Llanos del Yari, ese complejo de producción de cocaína, el más grande laboratorio de la historia de Colombia.
En el campo político dentro del Partido Liberal, Álvaro Uribe que había militado inicialmente en el sector del líder liberal antioqueño Bernardo Guerra Serna, pero luego de haber peleado con este, se corrió a las toldas de la naciente corriente “Poder Popular” liderada por el mas tarde presidente de Colombia, Ernesto Samper Pizano, corriente de la cual desertó, porque no se ajustaba a las posiciones políticas de él, de corte conservadora y de extrema derecha, postura política que mantenía reservada como buen exponente del oportunismo.
Senador de la república, en la década del 80 Uribe Vélez fue impulsor de las leyes 50 y 100 en el Congreso, de lamentable y nefasta recordación en las familias colombianas. Fueron estas leyes el instrumento constitucional y jurídico para liquidar la Seguridad Social y abrió las puertas a la privatización de la salud y llevó a la ruina a prestigiosos centros asistenciales de salud en el país, el más representativo lo fue el hospital público conocido como El Lorencita, de reconocida trayectoria profesional en Bogotá.
Gobernador del departamento de Antioquia, desde 1994 al 97 fue el impulsor de legalizar los ejércitos privados de los señores latifundistas, empresarios y de las grandes transnacionales que operan en Colombia, estos ejércitos de paramilitares actuaron bajo el nombre de Cooperativas de vigilancia privadas, también conocidas como CONVIVIR.
Entidades que luego formaron las bandas criminales de paramilitares bajo el mando de conocidos narcotraficantes como Carlos y Vicente Castaño, Salvatore Mancuso, Diego Fernando Murillo, (a) Don Berna, Rodrigo Pupo Tovar (a) Jorge Cuarenta, entre otros, estos tres últimos pagan condena en Estados Unidos, luego de ser extraditado durante el gobierno de Uribe, luego de haber firmado los acuerdos de Santa Fe de Ralito, Córdoba y en la actualidad acusan a Uribe Vélez de haberlos traicionado. Por cierto, que la masacre del Aro que Salvadore Mancuso fue su ejecutor, también se vincula a Uribe Vélez a dicha masacre.
El relato del mayor ® Juan Carlos Meneses a la destacada periodista Olga Behar, en el libro testimonio los Doce Apóstoles, respecto de la vinculación de políticos, empresarios, comerciantes, soldados y oficiales del Ejército y la Policía con la formación y el sustento de huestes paramilitares es solo un ejemplo más, de las graves denuncias y de la impunidad con la que actúan integrantes de una casta oligárquica que se sienten seres superiores.
El mayor (r) Meneses confiesa que “Yo era el comandante de la Policía en Yarumal, Antioquia. Los paramilitares tomaban cada vez más fuerza en Córdoba y Antioquia, y en el pueblo que me habían asignado operaba un grupo de “limpieza” que tenía protectores del más alto nivel”
“Sentíamos mucha tranquilidad, porque sabíamos que el que nos protegía y estaba metido en todo era el futuro gobernador. En esos meses Álvaro Uribe Vélez ganó la Gobernación de Antioquia. Su hermano Santiago, siempre nos dio tranquilidad. Nos decía que ellos tenían muchos amigos en la Fiscalía, amigos magistrados, que eso no iba a pasar a mayores porque ellos quedarían salpicados en el momento que se abriera una investigación, ellos iban a ser los perjudicados y eso no lo iban a permitir. Entonces ellos siempre nos inspiraron confianza”. El mayor (r) Juan Carlo Meneses se encuentra hoy exiliado en un país latinoamericano, tuvo que huir ante las amenazas de muerte.
Lo curioso de todo este tema de las “buenas” relaciones del expresidente y hoy senador Álvaro Uribe Vélez, con las distintas administraciones en la Casa Blanca, es contradictoria con la supuesta política de Estados Unidos de combatir el terrorismo y el narcotráfico, el expediente y conocimiento de sus relaciones con ese mundo es conocido por el gobierno estadounidense y eso lo confirma lo que mas abajo relato.
Durante su mandato la mayor obsesión del presidente Uribe era de que se aprobara el TLC, pero el proyecto no contaba con el consenso del Congreso de los Estados Unidos, porque según este, el gobierno de Uribe Vélez viola los derechos Humanos y mantiene relaciones con fuerza paramilitares vinculadas al narcotráfico.
Según la prensa estadounidense, la presidenta de la Cámara Nancy Pelosi era una de las primeras líderes demócrata en señalar a Uribe como paramilitar. El congresista Charles Rangel se lo había anticipado a Uribe Vélez cuando este viajó a los Estados Unidos en el año 2007 buscando apoyo para la firma del TLC cuando le dijo: “sabe que señor Uribe, no vamos a aprobar el TLC con Colombia hasta que no se aclaren los asesinatos de los sindicalistas y no se concluya el escándalo de la parapolítica y los vínculos del Gobierno con los paramilitares”. Ahí concluyó la visita a los Estados Unidos. El gobierno de los Estados Unidos solo aprobó el TLC con Colombia cuando Uribe dejó la presidencia.
Sobre este tema volveré con un segundo artículo que considero sea de interés de lo que sucede hoy en Colombia y responde un poco a porque la agresiva política del actual gobierno colombianos contra Venezuela y contra los sectores progresistas y de izquierda en su país.
(*) Periodista, politólogo y analista internacional.
La Habana Cuba, 8 de octubre del 2019. 23.30 hrs.