La justicia en Colombia esta totalmente deslegitimada. A los ciudadanos de pie nos resulta muy difícil creer en algo que no opera para lo que se supone fue creada. Este es un ejemplo, mi ejemplo, de cómo y porqué muchos ciudadanos recurren a otros medios, muchos de ellos violentos o no legales, para “solucionar” sus problemas más cotidianos. Esto con la seguridad de que podrán evadir la justicia con facilidad. Solo hay eficiencia si se constituye en un caso tan mediático y que con presión de la opinión publica se vean obligados a darle solución para mostrar resultados.
Soy habitante del municipio de Copacabana, en una veredita llamada Sabaneta. Tristemente célebre porque aquí fue el lugar de secuestro y posterior asesinato de la periodista Diana Turbay. Y la siguiente es la respuesta a una carta de la secretaría de gobierno y del comandante de policía ante una queja interpuesta, de acuerdo con el nuevo código de policía
Señora
LUZ MARIA HINCAPIE ARROYAVE
Secretaria de Gobierno
Copacabana
Asunto: respuesta correo
Señora Luz María
Para dar respuesta a usted y la carta del comandante de policía le informo lo siguiente:
Los vecinos y yo habíamos llamado en distintos momentos para que se atendiera la cantina de mala muerte que tengo justo al lado de mi casa y se pusiera fin al excesivo ruido que perturba nuestra tranquilidad, además de los escándalos, y otras consecuencias. Siempre decían que iban a atender el caso y nunca lo hicieron.
Frente a lo anterior decidí interponer una queja vía página virtual de la alcaldía, primero ante su despacho y diez días después ante el del alcalde. Finalmente hubo respuesta de parte de los funcionarios; creo que uno de ellos era usted señora secretaria que atendió personalmente el caso.
Les estoy muy agradecido a usted y a la policía, pero por favor les pido no vuelvan a intervenir. La ultima vez que lo hicieron, El sábado 18 de marzo en la noche, mientras yo intentaba dormir resignado a la estridencia de la “música” y de los borrachitos, hubo como consecuencia que el hijo drogadicto, de quien tiene arrendado ese cuchitril, llegó a mi casa en la mañana siguiente y en medio de insultos me agredió físicamente. Razón? Yo les “había echado la policía”. Acto seguido procedí, como todo ciudadano que quiere hacer valer sus derechos, interpuse la respectiva denuncia ante la fiscalía, eso sí acompañado por mi hermano abogado. Medicina legal me dio 5 días de incapacidad por las múltiples contusiones en el cuerpo y la cabeza, de las cuales todavía no me acabo de recuperar. Dicho denuncio se entregó a la policía para continuar con el proceso, y esta es la hora que no ha pasado nada.
La bulla sigue, la música esta a un volumen moderado pero se sigue sintiendo, además de las “conversaciones” chillonas producto del licor.
Les pido que no intervengan más, porque no quiero volver a ser victima de la justicia formal, basada en carticas respuesta que muestran una aparente eficacia ante las quejas, reclamos y sugerencias que los simples ciudadanos de a pie hacemos para pedir que no se vulneren nuestros derechos impunemente. Ya había sido victima en años anteriores de la inspección de policía en un aberrante caso de maltrato animal. Aun conservo los arrumes epistolares en los que se respondía a mi denuncio pero sin ninguna acción concreta.
Por eso en el asunto ya no pongo “queja”, sino “respuesta”. Y después de leer la carta del comandante quedo muy tranquilo… y entiendo que en este país, o por lo menos en Copacabana, hay unas instituciones, entre ellas la policía, que realizan unas funciones formales, desde su escritorio respondiendo cartas con más cartas, pero que no actúan a la realidad de los que somos victimas de la inoperancia de estas instituciones.
Muchas gracias
SERGIO RIVERA GUTIERREZ
Copacabana (vereda Sabaneta)