Es un poco más grande que mi pastor alemán de dos años. Aparentemente, estaría siendo acorralado por la urbe que devora el verde en un prestigioso sector de Ibagué, una de las ciudades mejor arborizadas del país... de los sagrados zorros.
He visto decenas de zorros, sobre todo en el mes de marzo, cuando voy en mi chéchere para una escuela rural, en las montañas del Tolima y los hermosos animales corren delante del vehículo que conduzco por instantes mágicos -los cuales uno quisiera eternizar- hasta que saltan en el monte y desaparecen como por arte de magia. Fotografiarlos es imposible y si intento hacerlo, me perdería de uno de los espectáculos que pocos pueden disfrutar.
Cada vez se achica el cerco de cemento de quien cuentan algunos taxistas, sería una zorra que se encontraría recién parida en un area que no hace mucho tiempo fue relativamente boscosa y acerca de la cual, celadores quienes han trabajado en el sitio antes de que fuese encementada, afirman haber avistado desde venados hasta algunas especies de lagartos hambrientos buscando comida en las canecas de la basura a eso de la hora boba, es decir, tipo una de la madrugada.
El sitio del avistamiento de esta enorme zorra fue la noche del 20.08.23 alrededor de las once p.m. y además de mi hijo perruno, Rex, estaba conmigo mi esposa, quien confundió al individuo de la familia Canidae con nuestra mascota. El susto por el que pasamos fue de padre y señor nuestro si se tiene en cuenta que minutos antes habíamos acabado de vernos en Netflix una película de un lobo asesino.
En el lugar donde vimos el zorro, según tengo entendido, pronto habrá un parque, los paneles de abejas serán otra clase de desplazados del país, el hogar del zorro, de los conejos, entre otros, se iría achicando más y más hasta que la fauna se convierta en una leyenda urbana quizá.
Lo anterior, no ha de preocuparnos mucho, pues disfrutaremos de documentales de ellos cerca de donde de alguna manera ayudamos a enterrarlos -o estaremos haciendo cosas más provechosas como estar 'agarrados' en el grupo de WhatsApp del conjunto en el que vivimos o quejándonos en el por todo -.
Eso sí, para entonces, estaremos tranquilos porque unos cuadrúpedos peligrosos no van a asustar muestras mascotas, mientras acomodados en un sofa averiguaremos más detalles - de esos fastidiosos zorros- en algún documental de una pantalla en un moderno televisor que ocupe ojalá toda una pared de un apartamento y nos levante la autoestime y hasta nos haga sentir un poquito más importantes que otros vecinos de por ahi.