Uno de los catadores más importantes del país, Víctor Manuel Vargas Silva, describió el aguardiente Júbilo como suave y sutil, elegante en el anís y con un irresistible toque a vainilla. En una época en donde se han puesto de moda los aguardiente premium, como el Amarillo que sacó la licorera de Caldas, el Júbilo está a la vanguardia. Es difícil encontrarlo en una cadena de supermercados nacionales. Es uno de esos productos que sólo se exportan. El día que fue presentada la primera botella de este trago, fueron sus socios quienes se subieron a la tarima y deslumbraron al público. Sí, eran el Pibe Valderrama y Édgar Rentería, dos referentes del Caribe y del deporte nacional.
Valderrama es trece años más viejo que el beisbolista, pero sabe moverse como si aún estuviera en la cancha del barrio Pescaíto de Santa Marta, donde supo forjar su leyenda. Edgar Rentería era del Barrio Debajo de Barranquilla, uno de los lugares más representativos de esa ciudad carnaval. Ambos tienen cosas en común, supieron ser grandes por fuera del país, El Pibe fue uno de los primeros astros criollos que se destacaron en Europa, su traspaso al Montpellier de la Liga de Francia fue épica en 1988 y Edgar Rentería, diez años después, se consagraría con los Marlins de la Florida en la Serie Mundial de beisbol. Pero además les gustan los negocios.
La adoración de los barranquilleros por Rentería queda plasmada en esta estatua.
La historia de éxito en los negocios del Niño de Barranquilla
En la MLB, la liga profesional de este deporte en Estados Unidos, el barranquillero duró 16 temporadas. Se despidió por la puerta grande en 2011. Solo en sueldos, Rentería alcanzó a sumar 85 millones de dólares y aunque lo tentaron para quedarse jugando un par de años más, decidió retirarse siendo aún muy grande. Se ganó dos guantes de oro, que es como decir el Balón de Oro en beisbol.
Actualmente el patrimonio de Rentería está estimado en unos 40 millones de dólares. Tiene empresas inmobiliarias en Colombia y en Estados Unidos, principalmente en Miami.
Aunque su principal negocio es la finca raiz, también le gusta invertir en deportistas y en el deporte. Desde 2012, junto con su hermano Édison, se hicieron socios del equipo de beibol californiano Fullerton Flyers, inversión a la que también le ha sacado frutos.
También compró el equipo Águilas de Bogotá, que juega y se entrena en el estadio de Barranquilla que lleva su nombre.
Sin embargo Rentería en este 2023 tuvo un revés financiero: su gran negocio, Arena del Rio, un complejo deportivo de más de 400 millones de dólares que naufragó por falta de inversionistas.
El Pibe y su papá Jaricho, el día que se despidió del fútbol en el 2001.
El billete que ha hecho el Mono Valderrama
Si alguien ha sabido invertir su plata es el Pibe Valderrama. En sus últimos años fue de los primeros ídolos del fútbol latinoamericano en irse a la MLS. Messi aprendió de él. En 1996 la Liga Profesional de Fútbol de los Estados Unidos aún era un negocio incipiente cuando Valderrama decidió irse al Tampa Bay y convertirse en ídolo absoluto.
En la actualidad, los negocios del Pibe Valderrama son varios. Factura principalmente gracias a la imagen de estrella del futbol. Ha sido el rostro de varias marcas como papas fritas Margarita, Uber, la red de internet Sprint. Hoy la firma con la que el Pibe Valderrama más factura es la app de apuestas digitales Codere, de la que el exjugador es la imagen oficial para Colombia.
Cada foto que le tomen al Pibe puede costar hasta 100 dólares, por eso es que muy pocos tienen selfies con Valderrama. Se estima que su fortuna puede superar los 20 millones de dólares.
Valderrama y Rentería, símbolos nacionales, se unieron y crearon este aguardiente que está hecho con ingredientes 100% colombianos. Sus jugos están fermentados en caña de azúcar sacado de los ingenios vallunos. Duraron entre el 2017 y el 2019 para poder crearlo. Pensaron hasta en la botella y fieles a su estela de éxito lo consiguieron, es un producto de exportación, selecto. Es la prueba de que el aguardiente cada vez está siendo un trago de extrema sofisticación.