Y un día se paró el mundo. Podrías mirar a través de la ventana y las calles estaban vacías, las ilusiones rotas, y la pregunta flotaba en el aire como una alarma ¿este es el fin? Se pusieron de moda los filósofos. Por primera vez Zizek vendía como Paulo Coelho. Todos necesitábamos una explicación. Los artistas miraban el mundo. Juan Esteban Aristizabal en su refugio en Miami, leía la prensa. Se encuentra entonces con un artículo. Durante el confinamiento eran muy difíciles las relaciones secretas. Todos estábamos varados en una isla. Ésta fue su inspiración para hacer esta canción que es una cumbia, pero también es Chuck Berry y un testimonio a la vez de uno de los periodos más difíciles que hayamos tenido que soportar como especie.
De ese tamaño es la ambición de Juanes con el álbum que prepara en el 2023 uno de los más grandes compositores de la música latina. Este es sólo el tráiler, el abrebocas de un trabajo valiente, que rehúye cualquier trampa de hacer algo pegador, masivo. Juanes no tiene qué demostrarle nada a nadie y, al lado de Sebastian Krys, está listo para lanzar un disco rompedor, de esos que quedan estampillados en la historia y que sólo la distancia del tiempo le dará su valor.
Por ahora, quedémonos con esto que es tan distinto, tan personal, tan Juanes como es Amores prohibidos: