Espero a Dios con gula dice Arthur Rimbaud en uno de los memorables versos de su genial obra Una temporada en el infierno. Pues así esperaba yo este libro revelador de Juan Manuel Santos el expresidente y Nobel de paz 2016.Hoy, por fin, será presentado al público tras una larga espera de los que queremos conocer los detalles y algunos secretos del proceso de paz con las Farc, el cual culminó en un acuerdo final con la guerrilla más antigua del hemisferio. El libro también revela informaciones del espinoso tema de las chuzadas del DAS, y cómo no, intimidades de la enemistad entre Uribe-Santos.
Es importante destacar que esta inquietante obra, cuando aún no había sido dada a conocer al público, ya había provocado reacciones en algunos de los implicados en la trama de ese relato real e histórico. Uribe, por ejemplo trinó, haciendo alusión a un pasaje del texto en que Santos aborda la estrategia del uribismo de llamarlo traidor: Santos tiene razón, el tema no fue propiamente traición que refiere a personas en particular, aunque ha sido su motor de vida, pero digamos que el tema fue engaño a millones a quienes nos prometió todo lo contrario de lo que hizo. Por su parte, José Obdulio Gaviria uno de los mencionados en las revelaciones de Juan Manuel Santos dice: Es una total y absoluta mentira, es falaz como lo es él, como es su personalidad. A propósito, uno de los capítulos del libro que hoy se lanza, para alegría y esperanza de muchos y rabia y tristeza de otros, ha generado miles de comentarios en las redes sociales, en especial desde que el pasado domingo El Espectador compartiera con el público uno de los capítulos de la obra en mención.
En todo caso el libro La batalla por la paz, que hoy será presentado en Colombia, levantará ampollas, generará eczemas, y como cosa rara, provocará una polvareda en la actual coyuntura política de Colombia que se encuentra en un alto nivel de polarización. De hecho, esta obra llega en un momento clave en donde los enemigos y amigos de la JEP; es decir, los amigos y enemigos de la paz, no hallan un lugar de consenso, por el contrario cada cual con tozudez se afirma en su punto de vista como para defender con uñas, garras y dientes lo uno o lo otro. Nadie quita, nunca se sabe, que La batalla por la paz propicie un golpe de opinión in crescendo para convencer a los escépticos, a los que padecen perplejidad, incluso a los obstinados en rechazar, bajo cualquier pretexto, la magnífica oportunidad que representa una salida política a un conflicto armado que desde hace setenta años azota a nuestro país.
Finalmente, muchos temblarán al compás de que se conozcan confidencias, intrigas, supuestas traiciones, ilusiones, desilusiones, acercamientos, distanciamientos, complots, chuzadas, secretos reveladores. Sí, muchos temblarán. Lo que sí no sé a ciencia cierta es si lo harán de rabia, miedo, envidia, odio, impotencia, o de simple y llana frustración. Al menos yo cumpliré una cita con este momento histórico en el que está en juego la vida de miles de personas; es decir, este vilo entre la guerra o la paz; por eso lo voy a leer, lo voy a devorar, y procuraré descubrir la joya que subyace en ese libro, para usar palabras del Nobel de Literatura de 1946, el escritor alemán Hermann Hesse. Lo degustaré, y luego les cuento mi experiencia con un plato que esperé con ansias, con anhelante expectativa; mejor dicho, con gula.