Desde ya empezó Juan Manuel Santos a volver al redil de donde salió, el uribismo. Las declaraciones de hoy contra Gustavo Petro así lo demuestran. El presidente dijo, sin ambagues, que Petro había exagerado el incidente de Cúcuta, que buscaba victimizarse y tener protagonismo. Las declaraciones del presidente me resultan completamente inadecuadas y muestran a las claras cual es su intención una vez salga de la Casa de Nariño, volver al rebaño del que se perdió durante ocho años. Sí, Santos volverá a ser un atildado y obediente discípulo de Uribe. Atrás quedarán los señalamientos, las peleas, los insultos, las traiciones. Como en una novela de ciencia ficción se eliminará el pasado y nadie recordará que alguna vez Juan Manuel Santos fue considerado un castrochavista amigo de terroristas que le entregó el país a las Farc.
Santos nunca fue un traidor de su clase. Parecía que su único interés no era lograr la paz con las Farc sino conseguir el Nobel. Es que la implementación ha sido un sapo que solo se tragaba una guerrilla decadente, moribunda, vencida. Los incumplimientos del gobierno Santos al Secretariado son groseros, descomunales. Hoy Romaña se esconde en algún lugar del Cauca, Timo, con el corazón roto, se debate entre la vida y la muerte. Nadie lo reemplazará. Las Farc no pudieron empezar de peor manera su carrera política. La guerrillerada está desesperada, a veces pasan hambre. Extrañan la guerra y ponto volverán a ella.
Santos entrará a apoyar con fuerza a Vargas Lleras en los próximos meses. Es su candidato natural. Pero también coqueteará con su creador, Alvaro Uribe Vélez. Duque le gusta, Duque es casi de su cuerda. Santos siempre ha sido un neoliberal, lo lleva en la sangre. Siempre ha detestado a Gustavo Petro con el mismo fervor que le teme al comunismo. En las próximas elecciones su candidato va a ser cualquiera menos Petro. Los uribistas le perdonarán todo. Santos, con el trato que les ha dado a las Farc en la implementación, dejó claro que siempre detestó a la guerrilla con el fervor de un uribista.