Era la década de los años 70 y los campesinos de San Vicente oíamos a través de una emisora de Bucaramanga, Radio Atalaya una emisora ya desaparecida, los temas musicales de Juan Ibarra y los Chucureños. De esto hace unos 40 años. Su repertorio lo componían entonces merengues campesinos que hablaban de la tierra y sus bondades. Pero como la realidad ha cambiado también las canciones de Juan Ibarra y los Cucureños. Sus temas son hoy un referente de alegría musical en esta tierra martirizada por todas las violencias.
Don Juan canta con sus hijos, es un hacedor de música. Por su pueblo pasaron guerrilla, paramilitares y las fuerzas del estado, todas inquisidoras. Él siguió cantando y creando un repertorio de canciones que celebran la fertilidad de la tierra. La siembra del agua, Tierra labrantía, Los espantos y Maldita violencia son algunos de esos temas que trascienden el universo chucureño y que bien pudieran ser la experiencia de cualquier labriego colombiano.
Hoy a sus 70 años sigue viviendo en su pequeña finca de la Vereda Llanafría cultivando cacao, componiendo canciones y atendiendo a propios y extraños con una sonrisa en la cual brilla un diente de oro.