El pedido que el presidente Petro le hizo a la Fiscalía para que investigue a dos de sus familiares más cercanos, a su hijo Nicolás y a su hermano Juan Fernando, sacó de quicio a este último. Reaccionó con firmeza frente a los señalamientos de estar posiblemente buscando lucrarse a expensas de la política de Paz Total.
Juan Fernando Petro, habitualmente moderado y sereno en sus opiniones, produjo un comunicado en el que acusa al mandatario de estar sometiendo a sus seres queridos al escarnio y de estar “traspasando la esfera de lo estrictamente fraternal”. Se trata de una ruptura dolorosa porque los dos hermanos han sido muy cercanos.
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Su comunicado va más allá, pues también responsabiliza al Jefe del Estado de someter a su propia familia a ataques injuriosos que a lo mejor perduraran hasta el día en que, según él, brillará la verdad.
Desde la época de la campaña, Juan Fernando Petro fue visto visitando las cárceles para hablar con narcotraficantes y extraditables de sus opciones de sometimiento a la justicia. Sin embargo, las dudas sobre sus gestiones han crecido en la medida en que las autoridades evidencias tales como videos, fotografías y grabaciones sobre presuntas exigencias monetarias a los interesados en buscar beneficios judiciales.
Según él, no ha actuado como un “advenedizo de la paz”, sino en su calidad de emisario de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, una ONG respetable y no piensa dejar mancillar su nombre, como lo deja saber en este comunicado.