El antioqueño Juan Diego Gómez no estaría en la política sino fuera por su tio materna Pedro Jimenez, representante a la Cámara por Antioquia en el equipo de Fabio Valencia Cossio, motor de la Fuerza Progresista del Coraje, movimiento creados por el líder conservador Jota Emilio Valderrama. Fue elegido con 93 votos de 101 como el presidente de la legislatura 2021-22, y no aspirará a relegirse pues buscará la Gobernación de Antioquia.
La familia del nuevo presidente del Congreso es originaria del oriente antioqueño, Santuario, un municipio del oriente antioqueño de donde son oriundos muchos de los comerciantes de los San Andresitos y donde su tio Pedro Jiménez siempre hizo política conservadora.
Su jefe político Fabio Valencia Cossio fue el mayor elector de Colombia en las elecciones del 1998 y el Presidente del congreso en el arranque de la presidencia del también conservador Andrés Pastrana. Supo reacomodarse y terminó apoyando a su mayor contrincante y rival política en Antioquia Álvaro Uribe Veléz, primero como embajador en Roma y luego como Ministro del Interior en 2007, quien convirtió al Partido Conservador en uno de sus grandes aliados políticos,convirtipendose una minoría decisosria con el slogan: la fuerza que decide , acuñada por el Presidente del partido, el exministro Carlos Holguín Sardi.
El Coraje y por su conducto el Partido Conservador controló la política de Antioquia, incluida la alcaldía de Medellin por al menos dos décadas hasta la llegada de figuras independientes como Sergio Fajardo, quien cambio les arrebató la Alcaldia y después la gobernación, cambiando el ajedrez político y abriéndole incluso el camino a la llegada de figuras liberales como Guillermo Gaviria y su hermano Aníbal.
Valencia Cossio contó con apoyos incondicionales como Juan Gómez Martinez y Jorge Hernández, los propietarios del colombiano quienes, además de empresarios, hicieron su propio recorrido político con ministerios en los gobiernos conservadores y Gómez Martinez remató con la embajada en El Vaticano nombrado por Álvaro Uribe Vélez.
Pero Fabio Valencia Cossio está además presente en la política de manera más directa aún: a través de su hijo el senador Santiago Valencia, quien llegó al Congreso en 2014 como representante por Antioquia del recién creado Centro Democrático y subió en 2018. Al igual que Juan Diego Gómez, pero con banderas diferentes, siempre han estado del lado de la coalición de gobierno.
Juan Diego Gómez, sin separarse de Fabio Valencia y con el apoyo de Juan Gómez Martinez a través de El Colombiano, supo aprovechar la herencia electoral del tio Pedro en ese oriente antioqueño en el que siempre se movió, con epicentro en Santuario. En 2004 logró el primer triunfo local y llegó a la Asamblea de Antioquia. Seis años después dio el salto a la Cámara, siempre apoyando al Presidente Uribe, en ese momento a través del candidato signado por él, Juan Manuel Santos. Asi como en el 2010 fue elegido como representante a la Cámara por el Partido Conservador, del que no se retiró, a diferencia de sus aliados políticos.
Consolidó una estructura y maquinaria electoral y en el terreno de la opinión tomó las banderas de la defensa del medio ambiente y la oposición al aborto, como abanderado de causas provida. AAunque su fuerza se mantiene en el departamento, se posicionó como uno de los líderes nacionales del partido, convirtiéndose en un rival de un senador de peso como Efraín Cepeda para logar la presidencia del Senado en 2017, que el barranquillero terminó ganando. Cuatro años después, el reparto de poderes en el Congreso le dio el turno al Partido Conservador en el que Gomez se abrió el camino para lograr la presidencia.
Aunque fue mencionado entre quienes se habrían reunido con funcionarios de Odebrecht, estas investigaciones no han prosperado. Tampoco ha avanzado una investigación sobre presunto acceso ilegal a tierras en el que habría estado involucrado su papá Orlando Gómez.
El paso siguiente del senador, una vez concluya su año en la Presidencia será el del regreso a la lucha regional para devolverle al Partido Conservador la gobernación de Antioquia en una coyuntura que puede resultar favorable por la detención domiciliaria del gobernador electo Aníbal Gaviria quien solo permaneció en el cargo seis meses. Un vacío que el espíritu de la fuerza progresista del Coraje buscará llenar en manos de este senador de 45 años.