Para nadie es un secreto que Juan Carlos Osorio está detrás del puesto de Carlos Queiroz. Su gran aliado para lograr ese objetivo es Alvaro Gonzalez Alzate, el controvertido dirigente al que le achacan el atraso del fútbol aficionado en el país. A Osorio no le dio vergüenza quedar realmente mal en Paraguay , dejando botado el proyecto y confirmando lo que los medios nunca le perdonaron en México: Osorio es maquiavélico, estratégico, no da puntada sin dedal.
Y resulta realmente perturbador que aproveche el peor momento de Queiroz en la Selección para hacer proselitismo ayudado de González Alzate. Es que la derrota de Argerlia sirvió para mostrar que al portugués le quieren mover el puesto rápido, que hay fuerzas oscuras dentro de la selección dispuestos a removerlo. La declaración de Gonzalez Alzate en Caracol deja claro que Osorio no va a claudicar en su intención de ser lo más pronto posible el técnico de la selección, miren no más lo que dice: “Hasta la muerte yo seguiré defendiendo un técnico nacional en la Selección Colombia, además tenemos entrenadores muy capacitados”. González Alzate dijo que Osorio no había sido el escogido por hablar de más.
Osorio no se quedó callado y le respondió, no dejando ninguna duda que su gran objetivo es quedarse con el puesto de seleccionador nacional: “Yo continuaré con lo que yo puedo hacer, que es prepararme. Ya la oportunidad dependerá de otras personas, que son las que toman las decisiones. Continuaré luchando, trabajando, compitiendo por lograr mis objetivos. Uno de mis objetivos profesionales es, algún día, darle a mi país, a mi familia, a la gente que cree en mí, una Selección que juegue fútbol ofensivo, que busque los resultados y que le dé muchas alegrías al pueblo colombiano”. Si, no va a descansar hasta lograrlo. Es triste que un técnico diga esto, es triste porque eso quiere decir que a Osorio no le va a gustar que a la Selección gane, que consiga los objetivos.
Es que lo que se cuenta de Osorio no es lo mejor. Al menos periodistas respetables como Oscar Renteria en su programa el Pulso del fútbol insinuaban que Osorio conspiró para quedarse con el puesto de Autori en el Atlético Nacional. Esos no son modos y deprime pensar de que el proceso de Queiroz podría sufrir un golpe de estado.
