Según fuentes del Estado Islámico, 20 mujeres de origen marroquí dejaron sus universidades en Francia para unirse a las filas de la organización terrorista en Irak y Siria. Se cree que las estudiantes se fueron con el propósito de casarse con militantes, siendo fieles a la idea de apoyar a sus “hermanos yihadistas” y dar vida a nuevos combatientes.
Muchas jóvenes lo están haciendo con el mismo propósito y tener hijos yihadistas que luchen por la causa islámica, lo que supuestamente le daría significado a sus vidas. Según la fuente, las nuevas yihadistas ya se han casado con algunos militantes mientras que otras fueron reclutadas como personal de apoyo técnico dado su alto nivel académico.
Expertos en Francia creen que ese país tiene la mayor cantidad de yihadistas mujeres en la región. El mes pasado, nuevos reportes de inteligencia francesa estiman que el número de yihadistas franceses asciende a 900. El ministro francés del interior, Bernard Cazeneuve confrimó que cientos de civiles galos han volado a Irak, por la frontera de Turquía y ahora están luchando junto a las tropas del Estado Islámico.
Al respecto, el gobierno está tomando medidas como la suspensión de pasaportes y documentos de identidad a quienes tengan intenciones de viajar a Siria. Igualmente hay una campaña para animar a las familias que estén preocupadas por sus hijos para que hablen con el gobierno y así logren impedirlo, pues especialmente en el caso de las jóvenes con 13 y 14 años, las autoridades buscan concientizarlas de que serán esclavas sexuales.
Francia no es el único país europeo con esta problemática. Historias como estas, habrá muchas entre los ciudadanos británicos, alemanes y españoles que inexplicablemente dejan la comodidad de su país natal por irse a luchar en las filas del Estado Islámico. Según los especialistas que analizan el conflicto, las razones son varias y cuentan desde la rebeldía típica juvenil hasta el desencuentro con los valores que promueve la sociedad.
Se trata en su mayoría de jóvenes hijos de inmigrantes, cuyas perspectivas de mejoría no parecen ser tan buenas como interesante sería la aventura que aparentemente ofrece el Estado Islámico en Oriente Medio. “Son jóvenes parte de una generación en dónde la globalización pone las identidades en crisis y que los hace muy vulnerables a preferir el martirio para convertirse en una figura épica que lucha por salvar al mundo”. Cuenta Afzal Ashraf, experta en ideologías terroristas del Royal United Services Institute.
En efecto, se conoce que ya son varios los yihadistas arrepentidos de la decisión que tomaron al abandonar su país de origen. Según informan medios británicos un grupo de por lo menos 30 yihadistas contactó a una universidad para expresar su arrepentimiento de militar en las filas del Estado Islámico así como también que añoran regresar al Reino Unido pero que temen ser encarcelados de por vida. Igualmente se quejaron de sentirse desilusionados tras los sucesos de las últimas dos semanas –no se tiene precisión si es por las recientes decapitaciones-. De hecho, varios de los que viajaron a enfrentar al régimen del presidente sirio, Bashar Assad, han sido obligados a combatir de su lado contra los rebeldes sirios.
Un representante del grupo cuenta que el regreso a Londres significa prisión, por lo cual no les queda otra opción que seguir luchando en Oriente Medio. El Profesor Peter Neumann, quien ha mantenido contacto con los yihadistas dice al gobierno británico que debería establecer un programa de desmovilización para facilitarles el regreso a casa y que una vez de regreso, puedan servir de ejemplo para mostrar la realidad de la guerra y combatir la propaganda a favor del Estado Islámico.