Nocciola traduce “avellana” del italiano y éste fue el nombre que la vallenata Daniela Cadavid escogió para su empresa, que se convirtió en la primera browniesería del país. Aclara que ella no inventó el brownie, pues éste ya existía desde mucho antes de que naciera y hay muchas personas que hacen brownies por encargo. Lo que ella desarrolló fue el concepto de browniesería. En efecto, en Nocciola Browniesería el cliente no paga por un brownie, sino por un concepto y por una experiencia alrededor de un brownie. Los precios van desde 7.000 pesos por unidad, las cajas de 4 brownies surtidos 25.000, y de 8 cuestan 45.000. El sushi brownie de 6 rollos con salsa de chocolate, -que es uno de los platos insignia del lugar- cuesta 22.000.
Nocciola, como empresa, se inauguró formalmente con un primer local en Santa Bárbara hace poco más de un año. Fue tal la acogida que los brownies llegaron hasta el set de Muy buenos días. Ante la sorpresa de Daniela, Jota Mario Valencia los saboreó al aire y agradeció públicamente la caja de sushi brownie que degustó junto a Laura Acuña y Milena López. Luego, vinieron notas en Estilo RCN y Nuestra Semana Nuestra Tele, la atención de los medios se extendió a periódicos y revistas de alcance nacional, y el resultado despertó un interés en el público que fue clave para la apertura de la segunda sucursal de Nocciola, en la Zona T de Bogotá, en marzo de este año. Según cuenta Daniela, todo ha sido obra y gracia de Dios: niega tajantemente haber invertido un solo peso en free press.
Laura Acuña también probó los brownies de Daniela y Tato Cadavid quienes tienen 25 y 26 años respectivamente. Daniela estudió gastronomía y él administración de empresas.
Antes de tener la empresa como tal, la vallenata vendía brownies por encargo. Así lo hacía desde que estaba en el colegio y el primero de los brownies que desarrolló fue el de chocolate blanco, hace aproximadamente cuatro años. En aquél entonces lo más fácil hubiera sido hacer cupcakes, pero ella se rehusó a seguir la tendencia y prefirió arriesgarse a probar qué podía inventar partiendo de la tradicional receta que a todos encanta. Fue así como luego salieron el brownie de M&M, el de nutella, de twix y hoy día ya no hace más brownies “de” un producto como hizo en sus inicios, sino que prefiere inspirarse en un concepto y de ahí saca algo propio e inovador. Hay planes para lanzar una línea de brownies fit y tiene una constante necesidad de seguir experimentando recetas, pues lo suyo es un proyecto de vida que apenas está en la etapa inicial.
A Daniela se le alcanza a entrecortar la voz mientras cuenta cómo ha sido el camino recorrido hasta tener una empresa con dos locales y una fábrica que hoy día brinda empleo a 14 personas. Cuando salió del colegio y dijo que quería estudiar gastronomía, no faltaban los comentarios burlándose de ella asegurando que sería una muchacha de servicio “puppy” ni quienes le preguntaban que si cual carrera “de verdad” pensaba estudiar mientras hacía su curso de cocina. En aquellos tiempos nadie daba un peso por la que escogió como su opción de vida.
Quien quiera saborear lo que los hermanos Cadavid han construido partiendo de la receta del brownie, pueden hacerlo cualquier día de la semana en la Calle 116 # 15 – 89 (Santa Bárbara) o en la carrera 12A # 83-64 (Zona T).
