Jovenel Moïse era un empresario bananero que incursionó en la política por el Partido Haitiano Tet Kale en 2015, después de que el expresidente Michel Martelly lo eligiera como sucesor.
Entre sus propuestas más importantes estaban sacar de la pobreza a Haití por medio de la modernización del sector agrícola, promoviendo las exportaciones. Así pues, en medio de una coyuntura política fuerte, Moïse fue elegido presidente en 2016, pero su posicionamiento no se dio hasta febrero de 2017.
Desde el primer día de mandato, las controversias por su elección fueron evidentes: los partidos opositores no reconocieron su victoria.
En 2018, a causa de la inflación del país, varias protestas sacudieron Haití exigiendo su renuncia; y a principios de 2021, después de asegurar que no dejaría la presidencia hasta cumplir sus 5 años de mandato (febrero de 2022), las tensiones se intensificaron.
De esta forma, el presidente que quería unir a Haití lo llevó a una situación política y social insostenible. El pasado 7 de julio se confirmó el magnicidio de Moïse en su casa. Según las autoridades haitianas, en el asesinato están implicados 26 colombianos y 2 haitiano-estadounidenses.
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