Pocas veces el sufrimiento de un participante de reality despierta el goce colectivo en Twitter como ocurre con José Vargas, del Desafío. Ya ha pasado dos veces. Así pasó durante una caída reciente en una prueba de la que salió lastimado y cuando tuvo que ser llevado a una ambulancia. En esa ocasión se puso rojo, sintió un fuerte dolor en la espalda, su piel se brotó al instante, cayó al piso y perdió el conocimiento. Todo porque la picadura de un alacrán le despertó una alergia que desconocía tener. Los médicos le dijeron que seguir en el reality era un riesgo porque la alergia podía volver a despertarse con la picadura de cualquier bicho. Sin embargo, escogió quedarse. Más de un televidente lamentó su decisión.
José Luis Vargas Rueda despierta amores y odios entre los televidentes que cada noche siguen El Desafío. No solo él, su equipo completo de los santandereanos siempre está en el ojo del huracán. Desde que Óscar, antiguo miembro de los vallunos, entró a formar parte de este equipo, los ataques y malos tratos de los que ha sido víctima, han alborotado el disgusto de los televidentes. En más de una ocasión han dejado de compartir la comida con él y lo han mandado cinco veces al desafío a muerte, esperando que sea eliminado. José no se mide al momento de justificar el trato hacia Óscar. Ha dicho de frente que si se salvaba de ser eliminado iba a hacerle “el feo”.
Antes de participar en el desafío, este bumangués vivía entregado al ejercicio funcional y al deporte. En su ciudad natal tiene su propio gimnasio, donde también trabaja como entrenador. Antes había sido parte de la selección de Santander de voleibol playa y obtuvo el primer puesto de la región. Jugando voleibol ganó varios premios, entre los que está la copa Saludcoop 2001. Su amor por el deporte va en la sangre. Su padre había sido miembro de la selección Colombia de baloncesto y su madre fue atleta de cien metros planos. Es novio de Daniela Herrera, quien fue virreina nacional de la belleza cuando Andrea Tovar fue Señorita Colombia en 2015.
Ya se le puede ver posteando en su cuenta de Instagram a los más de 45.000 seguidores que tiene. Mientras estuvo en el programa la manejó su familia. Retomó la vida que tenía antes del reality, lo cual puede significar dos cosas. La primera, que fue eliminado. También es posible que las grabaciones del programa hayan terminado y José llegó a la final. Él no puede hablar porque tiene cláusula de confidencialidad firmada con Caracol. Si llega a hacerlo, la indemnización que le tocaría pagar es incalculable. En todo caso, sea cual sea que haya sido el resultado, lo cierto es que cada noche seguirá despertando amores y odios entre los televidentes.