El pulso político del Presidente Juan Manuel Santos con el Presidente Uribe tiene por el momento un foco principal: lograr la aprobación del plebiscito con el que busca refrendar el acuerdo de paz de La Habana.
Según ha dicho públicamente el Presidente, de no ser votado afirmativamente el plebiscito por la paz se hunden lo acordado en La Habana con las Farc. Otras voces consideran que habría otros caminos. Sin embargo el Presidente está empeñado en seguir ese camino y por un lado desde el Palacio de Nariño mueven una estrategia conocida como La conversación más grande del mundo, que estará apoyada por una campaña de publicad en cabeza de la Agencia Lowe y de su cabeza Jose Miguel Sokoloff. La contienda del post-acuerdo tendrá el fragor de una campaña electoral.
Presidente desde el 2011 de la Lowe Global Creative Council and Co, considerado un año después como uno de los diez hombres más creativos del mundo, Sokoloff ha recibido, entre otras distinciones, siete Leones de oro en el Festival de Cannes. Su talento lo heredó de su abuelo Boris, un diseñador de interiores y de muebles que en los años 20 salió de Moscú huyendo de la revolución que dirigía Lenin. En su exilio parisino conoció a la paisa Ana María Moreno, se enamoraron y al hombre no le quedó más remedio que venirse a Medellín. José Miguel, que creció entre el borscht, el vodka y el caviar poco o nada le ha interesado, a sus 53 años de vida, conocer los secretos de sus ancestros.
Sokolof se ha probado con campañas asociadas al tema de la desmovilización de la guerrilla y los procesos de reintegración estimulados por el gobierno. Iluminó con globos los ríos que circundan las áreas en donde la guerrilla está instalada pidiendo la desmovilización de los combatientes, seguida por la que él considera la más emotiva y efectiva de todas: la que involucra a las madres de los guerrilleros que mandaron mensajes a sus hijos que están en la selva por medio de fotos antiguas de cuando eran niños: “Antes de convertirte en un guerrillero eres mi hijo” reza una de estos mensajes. El resultado de la campaña ‘Operación ríos de luz’ fue arrancarle un joven cada seis horas.
El impacto se hizo sentir. Muchas de esas madres no veían a sus hijos desde hacía 20 años y Sokoloff es consciente de que si el número de combatientes de la guerrilla se redujo, en los últimos 8 años, de 15 mil a 8 mil, buena parte ha tenido el proceso de desmovilización impulsado en campañas en las propias selvas del paós donde están los guerrilleros.
Por eso, como le dijo al Folha de Sao Paulo en una entrevista: “La campaña por el SI debe apelar a las emociones y mostrar el aspecto humano de lo que significa el fin de esta guerra para todos nosotros”.
Pero este admirador de las películas animadas de Pixar sabe que convencer a una sociedad que ha vivido seis décadas en guerra no va a ser una tarea fácil. Conoce de la desinformación en el debate y la resistencia que existen hacia las Farc y al acuerdo. “Los que se oponen, no manejan informaciones precisas y usan un discurso de que, si aceptamos el acuerdo, estaremos ‘entregando el país’. Esta es una idea falsa, dice Sokoloff, que apunta, por ejemplo, a una necesidad de regular el financiamiento de campañas electorales en los departamentos. “La idea de que la guerrilla no esté en la política y que, si el acuerdo pasa, va a poder estar, es falsa. La guerrilla y el narcotráfico ya están medidos en los gobiernos regionales. El problema debe afrontarse de otra manera. No es derrumbando el acuerdo. Derrumbar el acuerdo traduce a continuar con una guerra que está destruyendo al país. Pertenezco a una generación que nunca vivió en un país sin guerra” dice el publicista quien nació al principio de los años sesenta, rodeado por el arte que traía de México su abuela Ana María quien formó parte del círculo de Frida Kalho, Diego Rivera, Cantinflas y el bolerista Pedro Vargas.
Una de las ideas que la agencia de Sokoloff intentará reforzar, es que “paz” no es lo mismo que “seguridad”. Por muchos años, especialmente en la década de los noventa y durante el Gobierno de Uribe, el discurso de aquel mandato era que el Ejército se enfrentara con fuerza con la guerrilla para garantizar la “seguridad”. Con ese discurso, la población acabó aceptando la realidad de la formación de los paramilitares, aliados al Gobierno: “Se hablaba de ‘seguridad’, pero no de convivencia, de reconciliación; eso es la paz. Ese es el mensaje que debe ser remarcado el día de hoy. Es necesario que tanto soldados como guerrilleros no se vean como personas diferentes, somos el mismo país”.
Para Sokoloff, es una triste ironía ver en las investigaciones que el mayor rechazo a la paz viene de clases altas, de la élite bogotana, de los más privilegiados, y no de las regiones que están siendo afectadas a diario. “Todo lo que quieren aquellos que tienen mitad de su familia muerta es que esta pesadilla acabe y que la otra mitad no muera. Cómo es posible que nosotros, los que tenemos más comodidades y una situación más privilegiada, seamos tan sordos ante lo que nos están pidiendo”.
Con la misma determinación con la que se fue de la casa de sus papás aburrido de que los viejos le dijeran lo que tenía que hacer, con la que se fue de Colombia por culpa de las bombas de Pablo Escobar, convirtiéndose, a los pocos meses de exilio y a sus 28 años en vicepresidente creativo de Leo Burnett, la legendaria agencia publicitaria norteamericana, Sokoloff está dispuesto a ayudarle a ganar al Presidente Juan Manuel Santos logar llevar a buen puerto el proceso de paz con las Farc.
