Cadena es un empresario que ve al fútbol como un negocio. Para que sea negocio tendría que vender al Cúcuta Deportivo por un monto mayor al que lo compró, y a lo que ha pagado en deudas.
El anuncio alarmista de llevarse al equipo de la ciudad tiene el objetivo de tratar de vender al equipo rápidamente a inversionistas locales para obtener ganancias sobre la inversión como ya lo hizo con el Bucaramanga y con Patriotas y, también, para conseguir más apoyos del gobierno regional y de la empresa privada.
El apoyo del departamento o de la ciudad debe estar condicionado a resultados y atado a una cláusula de permanencia que estipule la permanencia del equipo en la ciudad por varios años y que, de no ser así, el dueño tenga que pagar una multa cuantiosa para evitar el traslado del equipo, y todo eso debe estar respaldado por contratos ya que no se entiende cómo apoyaron al señor Cadena en arriendo, impuestos y deuda vigente con los recursos de los cucuteños para que luego el alcalde Donamaris salga a los medios a decir que se sintió engañado, y a culpar a un preso que está condenado por un asesinato del que el papá de la víctima decía que no creía que el señalado fuera el culpable.
En el país se han dado casos de equipos como el Chicó, que cambian de ciudad y de nombre según la conveniencia, pero es poco creíble que Cadena quiera llevarse al Cúcuta a otra ciudad ya que el equipo goza de una de las mejores taquillas del país y cuenta con gran respaldo en la región. ¿O creerá Cadena que el Cúcuta Deportivo contará con el mismo apoyo con que cuenta en Cúcuta en una ciudad X? El Cúcuta vale mucho en Cúcuta gracias a su afición que respalda al equipo con la asistencia al estadio que se ve reflejado en la taquilla, y por las empresas que quieren aprovechar el enorme cariño de la ciudad por el equipo y lo patrocinan. El X (hipotética nueva ubicación del Cúcuta) Deportivo perdería todo ese valor y su venta se reduciría al del valor de la ficha
El apoyo de los cucuteños se ve reflejado en los ingresos y es la razón por la que el cadena compró al Cúcuta y no a otro equipo como Patriotas a los que Cadena califica de clase B, y no clase A, como calificó al Cúcuta. No es lógico que un comerciante como Cadena quiera vender un equipo clase A que cuesta más, como clase B, que cuesta menos. Aparte de eso es presumible que un equipo clase A como el Cúcuta le costó más en la ficha y en las deudas que lo que le hubiera costado un equipo que no genere ingresos o "clase B". No es negocio comprar caro un equipo "clase A" y vender a precio de ficha un equipo "clase B". De llevarse al Cúcuta Deportivo, perdería hasta el nombre, algo que no tiene importancia si no hay buena asistencia ni tampoco apoyos económicos como era el caso del Chicó, pero no como pasa con el Cúcuta que tiene una de las mejores asistencias del país.
Ahora con el equipo en la B lo mejor que se puede hacer es condicionar cualquier apoyo de la alcaldía a Cadena a que sea respaldado con las acciones del club, o con el patrimonio de cadena de no cumplir los objetivos. Es la hora de que los dirigentes de la ciudad hablen con pantalones, ya que el señor Cadena tiene la urgencia de vender y la forma que encontró para presionar fue pedir el permiso a la Dimayor para trasladar el equipo. Lo máximo que podría pasar es un traslado temporal como el que vivió el Cúcuta en Casanare. Si en la región hay algún interesado en el equipo a la hora de negociar, ojalá recuerde cuánto pagó Cadena por el equipo, y haga una oferta menor, ya que está vendiendo un equipo en la B y no en la A, para no premiar así las actuaciones de Cadena que llevaron el equipo a la B.