Con la exhaustiva investigación de académicos sacando a la luz aspectos ignorados de la vida y obra del escritor, entonces caucano, Jorge Isaacs, no solo se han revaluado facetas menospreciadas de su obra, también se ha descubierto que su multifacética y aventurera vida fue tan apasionante y digna de ser novelada, tanto como la de los personajes de su magna obra María. En esta desde la ficción literaria, el enamorado Efraín encarna vivencias y sentimientos del autor en su niñez y juventud en el paisaje y con personajes del trópico americano.
Promediando el siglo XIX, después de emotivos episodios de su despedida familiar evocados en la novela, encarnándolos en Efraín, el mozuelo Jorge Isaacs viajó a caballo a estudiar en Bogotá en el colegio del liberal literato y amante del teatro, Lorenzo Lleras.
Guerrero desde los 17 años cuando se unió a los conservadores que luchaban contra la dictadura del general Melo, de regreso al solar natal, como hermano mayor fue administrador de la quiebra y perdida del Paraíso —en realidad, las haciendas Manuela y La Rita, rematadas y compradas por Santiago Eder—, las cuales heredó después que la abolición de la esclavitud y la afición al juego de su padre desencadenaron la ruina familiar.
Posteriormente, durante la presidencia de Tomás Cipriano de Mosquera, para sostener a su familia participó comandando una cuadrilla de trabajadores en la construcción del camino a Buenaventura, mientras iniciaba la escritura de María. Pescando en la selva del Pacífico, el paludismo, que con sus típicas fiebres intermitentes, fielmente, como el perro Mayo de Efraín, lo acompañó hasta su muerte.
Fue diplomático en Chile, donde conoció los avances en la educación pública logrados por el maestro Andrés Bello e intento aplicarlos al ser nombrado en Popayán como secretario de Educación del Cauca (Grande) durante la gobernación de César Conto; también fue ardoroso y combativo político y congresista y maestro de escuela converso al liberalismo radical y capaz de ir a la guerra de 1876 por defender la educación pública laica y la descentralización administrativa, cuando se convenció que el conservatismo dogmático, centralista y clerical no era lo suyo.
También fue explorador de vestigios arqueológicos indígenas, descubridor de carbón en la Guajira y yacimientos de petróleo; poeta, novelista y autor teatral aclamado en vida por sus lectores y quizá el más "pirateado" de su tiempo en el país y el exterior, después que hace 150 años fuera publicada la primera edición de María.
Al final de su vida errante, como el judío de origen sefardita de sus ancestros Isaacs, que de la España de los Reyes Católicos se asentaron en Inglaterra y por Jamaica y Chocó llegaron a Cali, murió pobre en Ibagué, pidiendo que sus restos quedaran en Antioquia que bien lo acogió; aunque en el fondo deseara que reposaran en el edénico Valle de su niñez y juventud, plasmado en su novela y en el que sus paisanos terratenientes y conservadores caleños le hicieron la vida imposible y varias generaciones después sus descendientes lo deben tener revolcándose en su tumba, al convertir el colorido y biodiverso Valle del Cauca en un desierto verde de caña de azúcar.
Sin duda que la exhaustiva exploración de la obra de Isaacs —encabezada desde hace años por académicos como la docente de la Universidad Nacional María Teresa Cristina, Darío Henao e investigadores y de las universidades del Valle, Externado y Antioquia, entre otras y varios escritores nacionales y extranjeros que se han encargado de rescatar obras y documentos inéditos—, ha estimulado a releer a María no como el cliché de historia amorosa, sino para desentrañar sus aportes a la caracterización de un paisaje y sociedad esclavista americana en conflictivo tránsito a nuestra época de monocultivo industrializado y asalariado. Para conocer la real y valiosa dimensión de la vida y obra del héroe romántico que fue Jorge Isaacs, homenajeado en la reciente Feria Internacional del Libro de Cali , se puede asistir al “IX Simposio Internacional Jorge Isaacs: El creador en todas sus facetas”, que se celebra en Cali, del 23 al 27 de octubre, con la presentación de varias publicaciones de y sobre su obra y la representación teatral de una de sus dramaturgias.