Dueño de una voz privilegiada, el maestro Roberto Urquijo Fonseca (Joe) tuvo la genialidad de grabar un disco que es pieza de colección de los salsomanos, especialmente en la costa Caribe donde sus coterráneos le querían como a una leyenda caminante a instancias de ser, además de un curtido y veterano cantante, el protagonista de una anécdota ligada al fenómeno de la música caribe Joe Arroyo.
Joe Urquijo, quien en inicios de su carrera organizó su colectivo bautizado como La Banda, contaba con un talento a prueba de los más exigentes gustos, al punto que convenció al genio de la música bailable Enrique Aguilar para encargarse los arreglos de su primer trabajo discográfico. Aguilar era un músico también barranquillero, que en virtud de su versatilidad y capacidad, fue designado por Codiscos para dirigir proyectos que la compañía veía con posibilidades de éxito.
Con los antecedentes de Aguilar, quien venía de dirigir los álbumes La pareja más pareja y Juanito Preguntón de la vendedora orquesta Los Graduados, Robert (Joe Urquijo), se dio a la tarea de ficharlo en su intención de grabar su primer trabajo de corte salsero y para cuya confección incluyó los temas El Mulato y Soy la Ley, este último nombre del álbum. Las dos piezas eran de la autoría de Álvaro José Arroyo González (el Joe), aunque aparecieron bajo el nombre de Adela Martelo de Arroyo, primera esposa del centurión de la noche.
En las postrimerías de los 70, Urquijo lanzó el larga duración y del tema El Mulato, número que Joe Arroyo grabaría nuevamente para Musa Original séptimo álbum al frente de su orquesta La verdad. Curiosamente ese trabajo de Joe Arroyo de 1986 también incluía Mary, número que Joe Arroyo dedicó a su segunda esposa. Para entonces ya existía la versión grabada por Joe Urquijo como María con la orquesta Alma Latina (1978), que reunía músicos del INEM de Barranquilla.
Retornando al primero trabajo de Joe Urquijo, además de El Mulato, que con el tiempo se convirtió en una joya, al ser una versión grabada con anterioridad a la conocida Rebelión, en Soy la ley se incluyó una adaptación de Aquel señor de Armando Manzanero, un bolero que el vocalista llevó con un estilo maravilloso. Además grabó la cumbia Hijo de Gitana del autor Juvenal Viloria, célebre compositor de la famosa Saporrita.
De acuerdo con la discografía existente, en 1982 graba con Memo Argote y el grupo Majestad para el sello Felito el guaguanco El pregonero de Fidea Silie en un trabajo musical que es buscado por coleccionistas.
Más allá del anecdotario sobre los discos raros, Joe Urquijo a instancias de su gran capacidad vocal que iba del bolero a la charanga o a la salsa romántica, fue vinculado durante unos meses como primera voz del grupo Niche, previa recomendación del periodista Ley Martín al director Jairo Varela.
Para 1985 tiene un paso fugaz por la orquesta caleña pero llegó a grabar. Aunque no trascendieron las razones del corto recorrido por esta agrupación, muchos salseros lamentan que no haya tenido una oportunidad mayor pues es considerado una de las mejores voces que pasó por Niche, capaz de cantar en vivo con suficiencia y “ sin despeinarse” los temas grabados originalmente por cantantes de la talla de Moncho Santana o Álvaro del Castillo.
Tras otros proyectos como Los Nativos de Alberto Barros, ya para 1987 Joe Urquijo es reclutado por una de las orquestas salseras más importantes de Barranquilla el grupo Raíces. En la emblemática agrupación, al lado del también destacado cantante Charlie Gómez, Urquijo pega los temas Alcoba y Lo siento mi amor que llegan a los primeros lugares de Las veinte latinas de Olímpica Estéreo, el listado de la recién inaugurada estación en Bogotá.
Trabajador incansable y radicado en su querida Barranquilla, Joe Urquijo se presentaba en importantes centros salseros de la Arenosa y era convocado a proyectos locales como la recordada Charanga del Sur.
Desempolvaremos hoy los videos del icónico programa Espectaculares JES en los que aparece cantando con Niche Del puente pa’ allá, Perder para amar o Mi negra y su calentura. Aunque no fue el encargado de llevarlas al acetato, sus presentaciones en vivo dan cuenta de la calidad del artista, el primer cantante que pierde la batalla contra el COVID-19.
