En 1972 Joseph Robinette Biden Jr pensó por primera vez en el suicidio. Tenía 29 años y se preparaba en Washinton para asumir el cargo de senador por el estado de Delawere. Estaba alistando su gabinete. Todo parecía brillar pero la vida le cambió cuando, el 12 de diciembre, recibió una llamada: su esposa Neilla Hunter, con la que se había casado en 1966, mientras metía en su auto las compras de navidad fue embestida por un tráiler. En el carro estaban sus tres hijos, la pequeña Naomi, que tenía 12 meses de edad y murió al instante junto a su madre, Hunter y Beau, sus otros dos hijos, se salvaron de milagro.
En ese momento Biden dejó de creer en Dios y llegó a pensar seriamente en quitarse la vida, como lo cuenta en sus memorias Promisis to keep: On life and politics “No había palabras, ni oraciones, ni sermones que me calmasen”,pero el apoyo que necesitan sus dos hijos y su pasión por la política lo mantuvieron en pie como lo cuenta en este discurso que dio a los alumnos de la Universidad de Yale en el 2015.
Joe Biden nació el 20 de noviembre de 1942. Hijo de un petrolero irlandés que lo perdió todo por su afición al trago, se acostumbró, desde muy joven, a superar todos los obstáculos. Era tartamudo y aprendió a usar sus puños para enfrentarse al matoneo que le hacían sus compañeros por su tartamudez. A punta de disciplina y de ejercicio físico exorcizó el alcoholismo, el demonio familiar, el mismo que posee a su hermano menor Frankie quien está en la quiebra y debe millones de dólares por culpa de la depresión que le produjo nadar en ríos de vodka.
Estudió derecho en Dellaware y a los 28 años el demócrata fue elegido como el senador más joven. Un año después de la tragedia se reincorporó al congreso de los Estados Unidos en donde estuvo hasta el 2009. En ese lapso de tiempo se dio a conocer por su talante liberal y por los dos infructuosos intentos de conseguir la nominación presidencial por el partido demócrata en las elecciones de 1988 y 2008.
Ese año llegaría Barack Obama a la presidencia con él de su mano. Siendo uno de los vices más populares que se recuerden recibió otro golpe del destino.En 2015 Joseph Robinette Beau Biden tenía 46 años cuando un tumor cerebral lo mató. Tenía una carrera política brillante e, incluso, muchos afirmaban que él era la versión mejorada de su padre. Fue fiscal de Delaware del 2003 hasta el final de sus días y,además, prestó servicio en Irak. El dolor que sintió fue devastador y sólo el refugio en su segunda esposa, Jill Tracy Jacobs, con quien tuvo otra hija, Ashley.
A sus 77 años se siente en nueva piel y todo lo malo espera que haya quedado por fin atrás. En el pasado supermartes del 3 de marzo tras la votación en 14 estados del país, Biden resucitó en su carrera hacia la postulación demócrata a la presidencia. Biden le ganó a Bernie Sanders, su rival directo, en nueve estados: Virginia, Carolina del Norte, Alabama, Tennessee, Arkansas, Massachusetts, Minnesota, Oklahoma y Texas. Sanders apenas ganó en 3 estados. Lo sopresivo es que Biden no hizo campaña en más de la mitad de los estados donde ganó. El sorpresivo retiro de Sanders le da por fin la oportunidad soñada y para lo que se preparó durante toda su vida: disputar unas presidenciales.
