ADesde Pondores Conejo (La Guajira), Joaquín Gómez, exintegrante del antiguo secretariado de las FARC-EP, y una de las voces más críticas dentro del ahora partido Comunes, se pronunció sobre la difícil situación que atraviesa el proceso de implementación del Acuerdo de paz, a cinco años de haberse firmado el mismo entre las antiguas FARC-EP y el gobierno de Santos.
En su declaración como firmante de paz, afirmó que la mayoría de quienes fueron parte de las FARC-EP y sus órganos de dirección político–militar “nos encontramos hoy inmersos en un proceso de reincorporación distante tanto del legado construido a lo largo de nuestra vida revolucionaria que costó miles de vidas de hombres y mujeres de nuestro contingente guerrillero, como de la normalización de nuestra vida y existencia al transitar a la vida civil”, al tiempo que exaltó, que el Acuerdo de Paz representa en sí una victoria democrática de los pueblos y sus luchas.
De acuerdo al dirigente político, a cinco años de su firma el Acuerdo de Paz aún espera su implementación integral, la cual se haya en estado crítico, y es que del 2016 a la fecha han sido asesinados más de 300 reincorporados(as), por eso el excomandante guerrillero afirmó “…aprendimos en nuestra lucha que la realidad debe encararse como se presenta objetivamente, sin maquillaje ni medias tintas si en verdad pretende superarse”, señalando que durante el gobierno de Santos a pesar de haberse generado un impulso a la implementación de lo acordado, también se presentaron “incumplimientos, distorsiones, realizaciones parciales y también cumplimientos”.
Sin embargo actualmente “Nos encontramos con un nuevo gobierno, representante del ejercicio de la violencia estatal y del guerrerismo histórico que se ha dado a la tarea del bloqueo continuo y sistemático del proceso de implementación y ha pretendido posicionar mediáticamente en la opinión pública y la comunidad internacional, su política de estabilización 'paz con legalidad' como una política que demostraría el compromiso de cumplir lo pactado. ¡Semejante farsa y despropósito! no tiene asidero alguno en la realidad, como se ha evidenciado en diferentes informes sobre el estado de la implementación” aseveró.
De acuerdo al dirigente, el gobierno de Duque si bien no ha logrado su objetivo inicial de “hacer trizas el Acuerdo Final” si ha reducido de forma unilateral lo pactado a un proceso de DDR (Desmovilización, desarme y reintegración). Las palabras del exguerrillero, recogen el sentir de muchos reincorporados que se han comprometido con lo acordado en La Habana, Cuba.
“Debe constatarse sin duda alguna, que no hay garantías de seguridad en Colombia para el ejercicio de la política por parte de las fuerzas opositoras; lo mismo puede predicarse respecto de las condiciones para la movilización y la protesta social. Asistimos a una prolongación de la violencia sistémica y social, eso es lo que muestra la tozuda realidad” afirmó Joaquín Gómez, no sin antes, hacer referencia a los más de mil líderes y lideresas sociales asesinados desde la firma del Acuerdo de Paz y los más de 300 reincorporados y reincorporadas que han sido víctimas mortales del incumplimiento de lo acordado.
Joaquín Gómez, reafirmó el compromiso que han asumido los integrantes de las otrora FARC-EP con el Acuerdo Final “en función de ese compromiso nos acogimos a la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz), y hemos atendido y seguiremos atendiendo a todos su requerimientos” y señaló que: “la justicia del Acuerdo de paz es una justicia especial para terminar un conflicto, no para la condena histórica de la rebelión armada o para reducir a la guerrilla a un aparato criminal y provocar o presionar el arrepentimiento de mandos guerrilleros para la humillación, la indignidad de la contraparte guerrillera, o para conseguir ahora lo que el Estado no pudo en la mesa de conversaciones”.
En relación a la JEP Gómez, es enfático en que “tanto en su conceptualización, como en sus procedimientos (…)” tiende a convertirse en “una copia disminuida de la justicia penal”, a lo cual se adiciona la exclusión de la obligación de comparecer y decir verdad a los terceros civiles involucrados en el conflicto “tenemos claro que, como el acuerdo la implementación se desarrollaría en un contexto de intensa disputa, y que sus verdaderas posibilidades dependería del respaldo social y popular que el concitara”.
Entre otras cosas, el dirigente aseguró de forma autocrítica que “hoy debe reconocerse que nuestro acucioso y acelerado desarme que tenía que hacerse pero no en esos términos, se erigió en factor explicativo del estado de la implementación, no escuchamos a las múltiples voces que nos alertaron al respecto (…) en ese sentido nos cabe también responsabilidad por el destino de los acontecimientos tras la firma de los acuerdos, incluida la precariedad del proceso de reincorporación”, no sin antes enfatizar, que ello no es un factor que justifique la política de exterminio emprendida en contra de los firmantes de paz, denunciada también por Gómez en el año 2019 respecto a que “el plan que hay es aniquilarnos a todos (…) destruirnos físicamente”.
El exjefe guerrillero, resaltó el esfuerzo continuo de la exguerrillerada “para que las cosas salgan adelante y mejor, como lo aprendimos en nuestro trasegar insurgente”; junto al compromiso incansable asumido por los países garantes y la misión de verificación de las Naciones Unidas, de cual “se esperaría mayor contundencia en sus valoraciones y presión para el cumplimiento estatal y gubernamental”.
Finalmente, el dirigente político reafirmó: “Como se puede ver, poco para celebrar, todo para perseverar y continuar en nuestra lucha”, agregando que "Hay nuevas condiciones para la lucha, para la movilización social y popular, más allá de los escenarios electorales. Estamos en medio de una redefinición inconclusa del campo de fuerzas".
Ver aquí pronunciamiento completo.