Aunque Jimmy Zambrano es un músico que debe su éxito a su constancia y no a su linaje familiar, también es pertinente destacar que es hijo del reconocido acordeonero Epi Zambrano, recordado por haber acompañado al icónico referente vallenato Alejo Durán.
Es decir, mucho antes de que el artista eligiera su camino, su sangre ya había comenzado a trazarlo.
Porque Zambrano practicó muchas horas con el acordeón de su padre, quien lo acompañó en el proceso, hasta que emprendió su propio vuelo y se decidió por continuar –temporalmente– su formación en Venezuela. Allá trabajó con la agrupación de música tropical Los Melódicos y con ellos grabó su primera canción llamada “Luzmila”, una composición de Poncho Zuleta.
Los Melódicos es recordada por sus clásicos “Mi corazón”, “Ay amor” o “Zúmbalo”. Además, porque allí cantaba Dive Ana Pereira (Diveana), una exitosa mezzosoprano que también triunfó como solista con composiciones como “Noches de media luna” o “De amor y de miel”.
También, por haber sido plataforma para muchos otros talentos venezolanos como Miguel Moly (“Junto a tu corazón”), Roberto Antonio (“Noches de fantasía”) o Liz (“A dormir juntitos” con Eddy Herrera). Canciones que suenan en todos los diciembres colombianos.
De regreso en Colombia, en 1993, Jimmy Zambrano grabó una producción llamada Vallenato y más y dos años más tarde fue convocado por el compositor y músico Omar Geles para entrar a formar parte de Los Diablitos. En ese mismo año, grabaron una de sus canciones más exitosas, que también es una de las más importantes de la historia del vallenato: “Los caminos de la vida”.
Pero en Los Diablitos no fue acordeonero, sino tecladista. Y mientras tanto, también fue arreglista para otros músicos de menor reconocimiento, como Los Emigrantes, y acompañó a Adriana Lucía en “Enamórate como yo”, un clásico indiscutible del vallenato femenino.
Se retiró de Los Diablitos en 1999 y comenzó a trabajar con Jorge Celedón, quien acababa de firmar con Sony Music para lanzar su primer disco solista luego de su paso como estrella del Binomio de Oro. Ese disco se llamó Romántico como yo (2000) y en él estaba uno de los mayores éxitos de la carrera de Jorge Celedón: “No te olvidaré”.
Era momento de que Jorge Celedón y Jimmy Zambrano comenzaran a construir una nueva historia para sus carreras.
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Jorge Celedón y Jimmy Zambrano, una nueva marca
En el vallenato, la figura del acordeonero suele ser tan importante que no sólo se lo presenta como músico acompañante, sino como coprotagonista de la obra, como si de una película de acción se tratara: Llévame en tus sueños, con las actuaciones de Jorge Celedón y Jimmy Zambrano.
No sólo Celedón actúa de esa manera, Silvestre Dangond y Peter Manjarrés son otros cantantes que en cada disco que han sacado han puesto a brillar el nombre de sus acordeoneros acompañantes. Por cierto, en Llévame en tus sueños del año 2001 estaban incluidas “Parranda en el cafetal”, “No podrán separarnos” y la canción que daba nombre al disco. Todos unos temazos.
En 2006 juntos lanzaron Grandes éxitos en vivo, un concierto grabado con la Orquesta Sinfónica de Bogotá que incluía nuevas versiones de canciones como “Ay hombe” o “Sin perdón” y que tuvo dos nominaciones al Latin Grammy, un disco de platino en Colombia y un disco de oro en Venezuela.
Ese mismo año la rompieron con su versión de un éxito mexicano, que en la versión de Jorge Celedón y Jimmy Zambrano se llamó “Esta vida”. Una canción que originalmente pertenece a la agrupación 3 de Copas.
Para su siguiente disco llamado La Invitación, Jorge Celedón y Jimmy Zambrano repitieron la fórmula y eligieron otra canción de 3 De Copas llamada “La invitación”, pero en esta ocasión cambiaron partes de la letra para que tuviera una identidad muy nacional (“Colombia te abre las puertas de su inmenso corazón”).
Dos años más tarde y con una temática patriótica muy similar, juntos lanzaron “Nuestra fiesta”, que fue elegida como canción oficial de la Copa Mundial de Futbol Sub-20 (2011), que se realizó en el territorio nacional.
En 2013 se separaron en buenos términos, pero antes presentaron un compilado doble llamado Celedón Sin Fronteras, donde versionaron temas propios y ajenos con invitados tan diversos como Marco Antonio Solís, ChocQuibTown, Vicentico, Gilberto Santa Rosa, Reynaldo Armas, Alex Campos o Totó La Momposina.
En ese disco incluso hay un homenaje a Gustavo Cerati de Soda Stereo, pero no con la improvisada versión de “De música ligera”, que tantas burlas le generó a Jorge Celedón en las redes, sino con una canción de su repertorio solista llamada “Sulky”. A fines de 2014, Jorge Celedón y Jimmy Zambrano se ganaron su primer Latin Grammy por Celedón Sin Fronteras Vol. 1.
Jimmy Zambrano también ha grabado canciones con Alejandro Fernández, Christian Castro (por una versión de "Lloran las rosas" donde participa Jorge Celedón) y Amaia Montero, excantante de La Oreja de Van Gogh.
Jimmy Zambrano después de hacer vallenatos románticos con Jorge Celedón
En 2013, Jimmy Zambrano se une al también exintegrante del Binomio De Oro, Dubán Bayona, para lanzar su disco Métete en el viaje, con el que –una vez más– fue nominado a los Latin Grammy.
En los últimos años ha sido el acordeonero acompañante de Fello Zabaleta (Edgar Alfredo Zabaleta), el hijo de Beto Zabaleta, quien, junto a Alberto Villa, tuvo la agrupación Los Betos (“La gemela”, “La mitad de mi vida”, “Gitana”).
Además, en 2022 acompañó a Silvestre Dangond en su tributo al fallecido compositor Leandro Díaz, que incluyó canciones como “Diosa coronada” y “Matilde Lina”.
El disco fue tan importante para el cantante, que en la época de su lanzamiento llegó a decir que significaba un antes y un después en su carrera. Lo que parece comprobarse con las canciones de su último álbum Bacano, casi todas en vallenato tradicional y en un disco que no coquetea con la música urbana, otro sonido que Silvestre viene explorando desde hace años.
Pero, aunque se separaron por diferencias personales, Jimmy Zambrano ha dicho en entrevistas que no descarta volver a trabajar con Jorge Celedón.
En tiempos en que se critica duramente las canciones de vallenato actuales y en que algunos expertos como Alex Manga han comentado que el contenido lírico está decayendo, la unión entre este par de cracks podría nutrir al género con nuevos aires que lo vuelvan a convertir en el referente de la música colombiana que era hace años.
No porque el vallenato haya perdido importancia, sino porque en las anteriores tres décadas tenía un impacto mucho mayor a nivel nacional y ninguna otra música popular colombiana parecía estar a su altura.