En 1932 James [Jimmy] Carter tenía ocho años y no entendía por qué podía jugar, pescar, correr en las afueras de su Plains natal, pueblito del sur del estado de Georgia, con sus amigos negros, pero cuando de asistir a la escuela se trataba debían separarse.
Ochenta y cinco años después, el expresidente demócrata Jimmy Carter (1977-1981) sufrió un desvanecimiento producto de un cuadro de deshidratación mientras cortaba madera para construir casas en una actividad benéfica con la organización Habitat For Humanity con la que había colaborado en más de treinta proyectos, tanto en Estados Unidos como en otros países.
Entre ambos hechos trascurre una vida a la que le deben su vida quien sabe cuantos latinoamericanos del Cono Sur, especialmente de Argentina. Y ambas situaciones marcan un destino: la preocupación de Carter por el respeto de los derechos humanos.
El Gobierno argentino anunció en mayo que Carter aceptó recibir la condecoración de la Orden del Libertador San Martín con la que se le reconocerá por su labor en favor de los derechos humanos durante la última dictadura argentina (1976 -1983).
"Como es de público conocimiento, durante su mandato defendió la vigencia y el respeto de los derechos humanos en nuestro país a través de múltiples acciones", expresó la Cancillería argentina en un comunicado.
Carter condenó las violaciones a los derechos humanos, exigió conocer el paradero de miles de desaparecidos en Argentina, elevó al rango de subsecretaría el área encargada de los derechos humanos en el Departamento de Estado y designó a Patricia Derian (1929-2016) a cargo de la misma.
Derian, quien fue decisiva para que en 1979 la Comisión Interamericana de Derecho Humanos visitara la Argentina, en 2006 recibió la misma condecoración.
Durante 1978, se estimó que en Argentina los negocios norteamericanos tuvieron pérdidas valoradas en ochocientos millones de dólares.
Primero en el mundo. El término derechos humanos fue acuñado en la década de los cuarenta y una explicación clásica de la literatura social los remite a los estoicos greco-romanos, pasa por los derechos naturales de la modernidad hasta llegar a las declaraciones de la Independencia de EEUU (1776) y de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en Francia (1789) y la Declaración de la ONU de 1948
Carter en setiembre y octubre de 1976 durante su campaña electoral realiza dos intervenciones públicas en defensa de los derechos humanos y cuando asume en enero de 1977 en su discurso de posesión declara una adhesión total a los DDHH reafirmada en mayo de ese año al extender su compromiso con esos derechos hacia su política exterior. Poco antes había dado a conocer un intercambio epistolar con el disidente soviético Andrei Sakharov lo que en el contexto de “Guerra Fría” de la época fue determinante para que desde Moscú se calificara de “provocación” la nueva deriva de la Casa Blanca-
La descalificación proveniente desde el llamado socialismo real tenía campo fértil en la democracia mundial: las anteriores administraciones Nixon y Ford había propiciado golpes de Estado como los de Brasil Chile, Uruguay, y Argentina y mantenía excelentes relaciones con añejas tiranías caribeñas.
Durante su gobierno Carter propicio en Oriente Medio el primer acuerdo de paz, Camp David, entre Israel y un país árabe, Egipto.
Carter fue el primer presidente norteamericano en visitar un país africano de los considerados el Tercer Mundo; criticó abiertamente el apartheid en Sudáfrica; bregó por la democracia en Rodesia y la formación del nuevo estado de Zimbabue y denuncio las violaciones a los derechos humanos practicadas en Mozambique, Namibia, Nigeria y Uganda.
“Los Estados Unidos se abstuvieron o votaron en contra de propuestas de préstamos económicos a diecisiete naciones en todo África, Asia y Latinoamérica (…) entre las que se encontraban Argentina, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Haití, Nicaragua, Paraguay, Brasil, Chile y Uruguay" durante la administración Carter, documenta Eva maría Martín González (*)
Carter trató de restablecer relaciones con Cuba a principios de 1977. Intentó abrir el diálogo con el régimen de Castro pero la intervención cubana en Etiopia cógelo la iniciativa.
Tan solo cinco días más tarde de haber llegado a la Casa Blanca, Carter canceló toda licencia de exportación de armamento a Nicaragua. En 1977, se produjo la insurrección del Frente Sandinista, iniciándose taques al régimen de Somoza hasta su derrocamiento. En junio de 1980, el Congreso de los Estados Unidos aprobó conceder una ayuda a Nicaragua por valor de setenta y cinco millones de dólares luego desenando por la administración Reagan que apoyo a la contra revolución.
Con Uruguay. Hasta que Carter llegó a la presidencia, los lazos entre el gobierno norteamericano y los militares uruguayos fueron fuertes y visibles. Pidió que para el 1978, año siguiente a su asunción, se cortase todo tipo de ayuda militar a Uruguay.
Carter fue también el primer presidente que presentó puntualmente todos los informes anuales requeridos por el Congreso respecto a la situación de los derechos humanos en Uruguay y en otros países que recibían ayuda de los Estados Unidos. El Departamento de Estado durante esos cuatro años dio cuenta muy detallada de la situación de los derechos humanos en Uruguay y en más de otros cien países.
La firma de los Tratados del Canal de Panamá fue uno de los mayores logros conseguidos en política exterior durante la administración Carter, aunque, a la vez, fue el reto más difícil, ya que 78 por ciento de los estadounidenses se oponía a esa devolución
La devolución del Canal a Panamá demostró, por otro lado, que la actitud paternalista hacia Latinoamérica, que los Estados Unidos siempre habían mantenido, pertenecía al pasado ya que de ahora en adelante “resultaría una nueva era positiva en las relaciones entre Estados Unidos y América Latina basada en la igualdad”; pero más allá de lo que vino después con posteriores administraciones de la casa Blanca, lo cierto es que este hecho tuvo una importancia para la independencia y soberanía de Latinoamérica y de todos los países del Tercer Mundo.
La política a favor de los derechos humanos y la promoción de la democracia fueron los dos legados más perdurables de la administración Carter en Latinoamérica, sin dejar de mencionar su actitud respeto a la reanudación de las conversaciones con la República Popular de China, el problema de los refugiados y la situación en Camboya que ya se percibía como un genocidio.
Si bien el 26 de noviembre Fox News Insider informó erroneamente que Carter había fallecido, el 21 de octubre, apenas unas semanas después de su 93º cumpleaños, Carter le dijo al New York Times que quería ayudar a la administración Trump a negociar diplomáticamente con Corea del Norte.
* James E. Carter: Compromiso de un presidente con los derechos humanos.