Así lo niegue buena parte del periodismo colombiano, la culpa del desastre de la selección al no clasificar al mundial de Catar, es de los dirigentes. En su momento César Augusto Londoño quiso poner en limpio a Ramón Jesurún y su corte afirmando que ellos les habían dado todas las comodidades a los jugadores para que lograran el objetivo deseado. Basta ver la nómina del elenco nacional para saber que cracks eran lo que había: Santos Borré, campeón de la Europa League, Luis Diaz, considerada la mejor contratación de la temporada en la premiere League, Sinisterra, quien disputa final continental con su equipo, el Feyenoord de Holanda, Morelos figura en Escocia, el lateral Mojica en España, la lista parece interminable y todos siendo jugadores con menos de 25 años. Lo primero que tienen que asegurarles a estos jugadores es tener un técnico ambicioso que los sepa parar en el terreno de juego. Y Rueda definitivamente no estaba a la altura de las circunstancias.
Después de la salida del técnico vallecaucano se vinieron barajando nombres importantes como Marcelo Bielsa, pero, al parecer, los 5 millones de dólares que cobra al año, son demasiado para una Federación que lo único que busca es engordar aún más sus bolsillos ya que, con los patrocinios firmados, algunos por encima de 80 millones de dólares, como el que firmó con Adidas, tienen para conseguir a un top mundial. Pero no, la Federación, para darnos contentillo con el asistente de José Nestor Pekerman, el aún llorado técnico argentino, el que extrañan cientos de miles de colombianos. Por eso quieren contratar a un técnico sin ninguna experiencia como Nestor Lorenzo quien tiene como único pergamino el haber sido el asistente de Pekerman.
Nestor Lorenzo es un técnico de quinientos mil dólares al año, alguien muy barato con el que nos van a enredar. Y los periodistas en silencio, y bien gracias.
