De un plumazo, el presidente argentino, Javier Milei, propinó un drástico revolcón a la economía, en línea con sus postulados de campaña. El anuncio en vivo y en directo derogó 300 normas, entre ellas la ley de alquiler y la reforma laboral. Y abrió la puerta a una ola de privatizaciones, entre ellas las de empresas tan emblemática como Yacimientos Petrolíferos Fiscales y Aerolíneas Argentinas.
YPF tiene la megaestructura petrolífera de Vaca Muerta donde se extrae el crudo mediante fracking y ha sido el foco de inversión de grandes multinacionales del petróleo y jugadores tradicionales locales en Argentina. Son al menos 8 grandes petroleras las que están detrás de esta mega reserva.
También se reformará el sistema de atención en medicina privada, y las medidas llegarán hasta la modificación de la ley de sociedades para que los clubes de fútbol puedan convertirse en sociedades anónimas, y se desregulan los servicios de internet satelital para permitir el ingreso de empresas como Starlink, de Elon Musk.
La decisión no debería sorprender porque era parte de su programa económico, pero sí por la celeridad y con mensaje de urgencia. Solo quedará invalidado si lo rechaza el Congreso donde el partido Libertad Avanza es minoría. Sigue paquetazo de la semana pasada con la devaluación del peso del 50 %, el recorte a los subsidios de servicios y transporte y un apretado ajuste fiscal, para “neutralizar la crisis y lograr estabilizar las variables económicas de Argentina”, según el ministro Luis Caputo. Argentina se encuentra en una grave crisis económica, con una inflación anual de 160 % y una tasa de pobreza que supera 40 %.
El apretón de Milei sacó a los argentinos por primera vez a la calle con cacerolazos en las principales vías de la ciudad que confluyeron en protesta frente al Congreso. Este es el decreto completo de las drásticas medidas que presentó junto a su reducido gabinete ministerial en vivo y en directo por la televisión nacional argentina.