Le dicen Refisal pero si hay algo que no tiene Javier Hernández Bonnet es buena suerte. Desde 1998 es el director del programa con más Rating en los 22 años que tienen los canales privados: el Gol Caracol. Los aficionados lo molestan y dicen que, cada vez que echa un pronóstico, la cosa siempre sale al revés. Pero esto es una percepción absolutamente equivocada. Alguna vez, en una entrevista, Hernández Bonnet le echó la culpa a la competencia de difundir el incómodo apodo porque “la competencia no tiene la nobleza para competir como competíamos antes. ¿Y a quién se ataca? Pues al que está arriba, al que está liderando el rating. Por eso se inventaron eso”.
Manizalita de familia católica y padre cazador que a los seis años lo llevó al estadio por primera vez, a ver un partido de exhibición del Once Caldas contra el América de Rio. En 1963, a los 8 años se trasladó con su familia a Medellín aunque nunca abandonó la ciudad donde nació. Cada cierto tiempo iba a visitar a sus primos y uno de sus juegos era ir a la radio de Caldas y empezar a molestar a los operadores radiales y jugar. Él, enfermo por el fútbol, narraba partidos imaginarios. Era tan bueno que, ocho días después, el narrador de la emisora tuvo que viajar de urgencia a Venezuela y él, con 14 años, lo reemplazó.
Entonces no paró. En los 70 estuvo en Todelar Medellín y hacía de todo, hasta cubría las vueltas a Colombia. En ese evento, en la edición de 1975, el mítico narrador Roger Araujo le puso el apodo por el que amigos tan queridos de él como Iván Mejía, lo llama aún: Chirri. Luego llegó a RCN radio, seccional Medellín, aunque se hizo famoso en todo el país a los 35 años cuando en 1989 fue llamado a ser el presentador y director de la sección de deportes del Noticias 24 horas. Sin embargo la consagración vendría en 1998.
En ese año la televisión colombiana cambió para siempre. Caracol y RCN se transformaron en los dos canales privados. El fuerte de ellos sería los dos noticieros y el mundial de fútbol de Francia. El Gol Caracol, ese invento que surgió en 1992, cambiaba de voz y al equipo se le sumaría Hernández Bonnet. Él, que alguna vez soñó con ser un narrador como Carlos Arturo Rueda, debería aceptar que no tuvo la voz de otros compañeros suyos como William Vinasco CH o Carlos Arturo Morales. Aunque eso si, la persona a la que más admiró ha sido a Jorge Eliecer Campuzano.
Desde entonces todo lo que ha tocado lo ha vuelto oro. Una de sus ideas fue crear junto a Hernán Peláez e Iván Mejía el programa de análisis futbolero Tribuna Caliente. Al cabo de tres años el programa se canceló pero dejó huella. A veces, Hernandez Bonnet ha sido más que un comentarista deportivo. Después de la salida de Jota Mario Valencia de Dia a Día, el emblemático programa mañanero de Caracol Televisión, contó con su presencia. Él estaba en Santa Marta cuando, de urgencia, lo llamó Mario Laserna Phillips, entonces presidente de Caracol, le pidió que lo reemplazara y a Bonett por primera vez en su carrera en televisión le dio pánico. Sin embargo duró tres años en el programa.
Uno de los grandes retos que ha tenido es posicionar a su hijo, Juan Pablo, como uno de los reporteros más destacados de Caracol. Es tanto el bien que le ha hecho con sus transmisiones a los directivos de Caracol que pueden confiar plenamente en él. Por eso, sin pensarlo, aceptaron a su hijo dentro de su equipo de deportes. Hernández Bonnet es, con su hijo, el más exigente de los jefes.
Entre las cosas que menos se sabe del más famoso de los comentaristas futboleros de la televisión nacional, está el de haber sido teniente de la policía. En septiembre del 2020, en plenas manifestaciones contra la policía, Javier Hernández Bonnet, desempolvó su uniforme y presentó este video en donde le dio todo el apoyo a los uniformados:
Javier Hernández, a pesar de las críticas, sigue siendo el gran referente de las transmisiones de la selección. En partidos de Copa América Caracol ha aplastado a RCN.